El abono de 360.000 euros en concepto de liquidación complementaria zanjará la inspección que la Agencia Estatal de la Administración Tributaria ha realizado de las cuentas de la Fundació Rubió Tudurí Andrómaco, a raíz del chivatazo de un empleado del HSBC que facilitó a la Hacienda francesa datos de miles de clientes de la entidad británica en Suiza.
Según confirmó Josep Maria Quintana, presidente de la fundación menorquina, la actividad inspectora se ha centrado en los años 2005 a 2008 y la liquidación acordada, que incluye los intereses y la sanción correspondiente (Hacienda la aplica a las regularizaciones que se realicen fuera de plazo aunque tengan carácter voluntario), se relaciona con las cantidades destinadas al mantenimiento de Mongofra.
"Hacienda entiende que durante un tiempo allí no se ha desarrollado ninguna actividad cultural vinculada a los fines de la fundación, puesto que era usada en exclusiva por los Rubió, y por este motivo las cantidades que se destinaban a los gastos que generaba la finca han de tributar por el Impuesto de Sociedades", explica Quintana.
El máximo dirigente de la Fundació Rubió desde diciembre del año pasado, detalló que al mantenimiento de Mongofra se destinaban entre 170.000 y 200.000 - "una cantidad que ha reducido el nuevo Patronato", puntualiza-. "Si se van sumando cantidades, se le aplica el tipo del 35 por ciento y se suman intereses y sanción pues se llega a la cantidad que se llega y la pagaremos porque disponemos del dinero, aunque duele tener que emplearlo en esto", reconoce Quintana.
El presidente, quien contó con el voto favorable de todos los patronos, excepto Mercè Rubió, a la hora de presentar la liquidación complementaria, se muestra partidario de ir cerrando pleitos para centrarse en reactivar la Fundación. En este sentido, no está previsto exigir responsabilidades a Mercè Rubió, bajo cuya presidencia dejaron de realizarse las actividades culturales por las que la fundación quedaba exenta del pago del Impuesto de Sociedades.
"Aunque los abogados nos lo recomiendan, el Patronato lo descarta y prefiere reactivar la fundación y promover actividades para no volver a incurrir en los hechos en los que se ha basado la inspectora", sostuvo Quintana. En este sentido, la presentación del documental "El medicament, un dret segrestat", a cargo de Eduard Soler y Ricard Troyano, darán inicio este viernes a "Diàlegs a Mongofra", un ciclo de conferencias y encuentros con ocho citas programadas de aquí a final de año.
Los fondos repatriados de Suiza, sin tacha para Hacienda
El lado positivo del cierre de la inspección iniciada por Hacienda es la constatación de la inexistencia de irregularidades en los fondos depositados en una cuenta de HSBC en Suiza.
La Fundació Rubió acordó en junio de 2009- un año antes de que se produjese el "chivatazo" de uno de sus empleados- la revocación del contrato con la entidad financiera británica y la repatriación de los fondos.
Precisamente, la vinculación de la fundación menorquina con HSBC motivó la inspección, sin embargo, el acta que la concluye destaca que no existe ningún tipo de irregularidad respecto de estos fondos.
"No había dinero negro ni nada extraño en aquellos depósitos y así lo remarca la inspectora y por ello no se nos exige ninguna responsabilidad", asevera Quintana.
Este sentir, que es el de otros patronos consultados, no es compartido por Mercè Rubió. La expresidenta se reservó su versión de las novedades para un futuro encuentro con el "Menorca", aunque no ocultó su malestar.
"No son muy partidarios de hablar del tema, como tampoco han querido pelear más, con lo que la Fundación tendrá que pagar", subrayó Rubió.