El Mercadal logró un punto muy valioso en su visita al campo del líder, el Binissalem, fraguado en el excelente planteamiento defensivo ideado por Yeray Rodríguez, alterado únicamente a los cinco minutos con un disparo al palo. Los rojiblancos, que llegaban tras encadenar tres triunfos consecutivos, a pesar de ser dominados y ceder el balón, no pasaron demasiados apuros e incluso tuvieron ocasiones para sumar el cuarto pero Ricardo y el palo lo evitaron.
El inicio del partido fue un fiel reflejo de las intenciones de los dos equipos. Los locales salieron decididos a inaugurar el marcador cuanto antes y a los cinco minutos López estrelló un disparo desde la frontal en la base del poste. Los rojiblancos por su parte, aguardaron para salir a la contra y aprovechar la movilidad de sus atacantes, especialmente de Lacueva por la banda izquierda, muy activo en la primera parte.
Precisamente un lanzamiento suyo desde larga distancia estuvo a punto de sorprender a un adelantado Ricardo, que envió a córner, a los diez minutos. Los de Tomeu Pons eran dueños del balón en la medular pero no encontraban espacios en la zaga rival, muy segura a lo largo de los noventa minutos.
Los de casa seguían madurando el partido en busca del primero pero sus acciones se traducían en un juego horizontal sin acciones reales de peligro, mientras que los de Sant Martí volvieron a acercarse a la meta binissalemera con el paso de los minutos. Primero Héctor, con un doble remate de cabeza y al borde del descanso, otra vez Lacueva, en un nuevo intento por sorprender a Ricardo, que esta vez vio como era el palo el que evitaba el 0-1.
En la reanudación el dominio de los azules se hizo aún más patente, buscando descaradamente la meta de Cristian y retirando el técnico local a un defensa para dar entrada al desequilibrante Javi Fernández. Esto sin embargo, no se tradujo en acciones claras mientras que el CE Mercadal dispuso de varias, como un lanzamiento de falta de Lacueva y la más clara, un disparo de Adri desde fuera del área que Ricardo dejó muerto a los pies de David Mas, quien vio como el guardameta se redimía de su error evitando un gol que ya se cantaba en el banquillo visitante.
los locales, muy protestones
La acción no amedrentó al líder y Tomeu Pons retiró otro zaguero para situar otro jugador en la punta de ataque. Los de casa imprimieron aún más ritmo al partido y lo intentaron de todas las maneras, protestando además reiteradas acciones al colegiado, lo que provocó las iras del público y desembocó en un final de partido con nervios entre los jugadores y la expulsión de Ortega tras una escalofriante entrada a Lacueva. Al final, punto valioso para los menorquines que siguen creciendo y amasando puntos en el tramo más difícil del calendario.