No sucede con frecuencia pero no es la primera vez que el Pleno del Ayuntamiento de Maó se convierte en espacio de protesta y reivindicación. Anoche volvió a suceder y al colectivo de policías locales se sumó una pequeña representación del personal y los usuarios del Centro de Información al Trabajador Extranjero, CITE, dependiente de Comisiones Obreras. La presencia de unos y otros animó una sesión plenaria que se centró en el debate de los presupuestos municipales que se prolongó por espacio de una hora y cuarto sin que los gestos de los agentes- que acompañaron las intervenciones de Salvador Botella levantando las manos y dándole la espalda, silbaron y comentaron entre ellos- perturbaran el intercambio de argumentos entre el propio Botella y el portavoz de la oposición, Vicenç Tur.
Hasta tres miembros del equipo de gobierno- la alcaldesa, Àgueda Reynés, y los concejales de Servicios Generales y Hacienda, y Servicios Técnicos, Botella y Mateo Aínsa, respectivamente, tomaron la palabra para defender unas cuentas "realistas", que pretenden "dar más cobrando menos", en palabras de Botella. El equipo de gobierno insistió en la rebaja de la presión fiscal, en la contención del gasto y la prioridad dada a las partidas de carácter social, así como en la voluntad de no marginar totalmente la inversión, con una reserva de 2,5 millones de euros.
Desde la oposición, Tur reconoció los puntos de coincidencia- el buen trabajo que ha permitido aprobar los presupuestos en plazo, la "no tan mala situación financiera" y el problema que supone la asunción de competencias impropias- para cuestionar a continuación unos "presupuestos irresponsables tributariamente hablando porque gastan más de lo que ingresan y no en servicios básicos, y aumentan en el endeudamiento".
"Nosotros lo hubiésemos hecho de otra manera y vosotros, como ha dicho Botella, aún estáis a tiempo", indicó el portavoz socialista, en referencia a la invitación hecha por el responsable de Servicios Generales para que se analicen las cuentas y se presenten alegaciones en el período de exposición pública, que se abre tras su aprobación inicial, a la que se opuso el PSOE y con la que se cerraba el debate.
Fue entonces, con los policías ya fuera del salón, cuando las personas vinculadas al CITE se levantaron portando folios en los que se podía leer frases como "Els reis mags també són immigrants", "soy inmigrante y necesito ayuda" o "yo también soy mahonés", a modo de protesta contra la desaparición de la subvención que este servicio recibía del Consistorio mahonés de cara al año próximo.
El colectivo no se movió del salón de plenos hasta que acabó la sesión, momento en el que el secretario general de CCOO, Ramón Carreras, pidió la palabra, que le fue denegada por no haber registrado por escrito con anterioridad la petición tal y como marca el Reglamento de Participación. Su "entiendo que el formalismo es más importante que la democracia y la voz de las entidades y las asociaciones" puso el punto y final a la sesión. Más bien, y seguido. CCOO presentará alegaciones al presupuesto.