Autoficha
Me llamo Roger Villalonga Sintes, soy de Maó y tengo 33 años. Estoy casado, tengo dos hijos y soy celador en la Residencia de Gent Gran de Maó. Cuando tengo tiempo libre me gusta dedicarlo al teatro, ya que soy actor amateur; al fútbol, y a cantar en un coro gospel. También soy presidente de la AAVV Molí des Pla.
¿Cómo surgió lo de involucrarse en la asociación?
Fue hace tres años, cuando estrenamos junta directiva. Quise participar porque me gusta trabajar para la gente y el barrio. Carlos Uhler fue presidente los dos primeros años, y éste último lo estoy siendo yo, aunque pienso que soy uno más del grupo porque todos aportamos por igual. Conseguimos modernizar el local, que le hacía mucha falta y también organizar diferentes actividades. Ahora tenemos unos 150 socios pero hay que tener en cuenta que en la barriada hay unos 5.000 vecinos.
¿Podemos decir que la evolución de la asociación ha sido positiva en estos tres años?
Si. Hacemos muchas actividades en el local, desde gimnasia de mantenimiento, talleres de clown o punto de cruz a baile en línea, o baile menorquín, entre otros. Cada curso tiene su profesor y cada vez hay más gente que quiere colaborar. También organizamos las fiestas de barrio en Gràcia. Creo que lo importante es que podamos mantener viva la zona.
La asociación sirve también para canalizar las peticiones de los vecinos al Ayuntamiento. ¿Qué tal está respondiendo éste?
El equipo de gobierno actual lleva poco tiempo y aún no podemos valorarlo pero el anterior respondía bien. Necesitamos más socios para hacer más fuerza. Hay tres puntos clave que nos gustaría que se movilizaran como lo del cambio de circulación de algunas calles, el cual está en este momento paralizado porque se tuvo en cuenta la opinión de los vecinos; el mantenimiento de ciertas calles, como Infanta o San Manuel; y la limpieza de algunas zonas, que debería reforzarse. En todo caso, vamos a dar un poco de tiempo.
Por otro lado, trabaja de celador en la Residencia de Gent Gran. ¿Cómo definiría su labor en el centro?
Empecé hace cuatro años. Por aquellos entonces trabajaba en una empresa de materiales de construcción pero necesitaba un cambio de aires. Cuando me ofrecieron el puesto de celador, no me lo pensé. Y el cambio ha sido bueno. Mi trabajo es duro psicológica y físicamente porque trabajas con personas y es delicado, pero a la vez es muy satisfactorio. La manera de agradecer las cosas es muy humana.
¿Cuáles son sus planes de futuro?
Me gustaría seguir haciendo lo que me gusta, teatro y canto; y que las cosas funcionaran en la asociación de vecinos. Pero, sobre todo, deseo que mi familia tenga salud y que haya trabajo.