Autoficha
Me llamo Ingo Hinrichs, nací en Hamburgo, Alemania; y tengo 69 años. Llegué a Menorca hace 16 años y vivo en Cala en Porter. Estoy casado, tengo dos hijos y un nieto, y me he dedicado a negocios de transporte que operaban en Alemania, Inglaterra y Finlandia. Ahora estoy jubilado y me encanta disfrutar de mi barco y del mar. También me gusta la cocina.
¿Cuándo vino a Menorca por primera vez?
Un amigo nos invitó para que viniéramos de vacaciones en 1983. Tras cuatro días, ya había comprado un solar y, posteriormente, construimos una casa. Nunca pensé que viviría en España porque, hasta entonces, lo que conocía del país era la Costa Brava y no me gustaba. La gente en Menorca me resultó muy amable y todo estaba muy limpio, era auténtico.
¿Cómo era su vida en Alemania?
Trabajaba mucho en una empresa que empaquetaba maquinaria y la transportaba a diferentes países. Mi esposa es finlandesa y también operábamos allí. En Hamburgo hay muchas conexiones de negocio con Inglaterra, así que también era un destino con el que trabajábamos. Una vez jubilado, veo Menorca un sitio ideal para vivir. Ahora ya tiene de todo, se ha puesto al día con nuevas tecnologías y se han bajado algo más los precios. Aquí estoy bien y no echo nada de menos de mi país.
El pasado fin de semana organizaron un mercadillo benéfico en Cala en Porter. ¿En qué consistió exactamente?
La comunidad inglesa suele llevar a cabo actividades solidarias. Unos amigos y yo pensamos que los alemanes también podríamos hacerlo. El año pasado ya lo hicimos y fue bastante bien, pero esta vez se ha notado bastante la crisis y tampoco escogimos un buen día porque era el partido Barcelona-Madrid y había otras actividades en Maó. Vendimos comida y bebida típica alemana y diferentes artículos. Conseguimos unos 600 euros que destinamos a una fundación que ayuda a personas con la enfermedad de Niemann-Pick, que es degenerativa. El año que viene lo planearemos mejor, quizá nos juntemos con los ingleses.
¿Cuáles son sus planes de futuro?
Lo ideal sería poder vender alguna propiedad aunque ahora las cosas están difíciles. Tenemos suficiente para vivir, que para eso hemos trabajado. Voy a Alemania una o dos veces al año, y no necesitamos viajar demasiado, aquí estamos bien. Tenemos muchos amigos y nos hemos integrado bien con españoles y personas de otras nacionalidades.