Los remiendos iban a convertirse en proyectos de embellecimiento y mejora. El desespero de los vecinos, en ilusión y esperanza por ver renacer el núcleo. El Plan de Dinamización del Producto Turístico se proyectaba como el remedio y la apuesta por resucitar la urbanización de Cala en Porter. Pero, una vez finalizadas las cuatro anualidades del Plan (a principios de 2011) con una inversión global de 3,1 millones de euros, los vecinos preguntan por la partida que se ha quedado en el núcleo. Y es que, aunque reconocen que la zona ha mejorado no entienden cómo la cuantía invertida ha sido tan alta y los resultados tan poco visibles. "La gestión no ha sido la correcta, es muy triste que se haya malgastado el dinero, la zona necesitaba un lifting total y nos hemos quedado a medias, había mucho y se ha hecho poco frente a las expectativas puestas". Con estas palabras definía la actual presidenta de la Asociación de Vecinos, Tracey Boocock, el sentir de los residentes en Cala en Porter. Estas dudas que planean sobre la gestión del Plan fueron trasladadas al nuevo equipo municipal al que, además de solicitar las cantidades invertidas en el núcleo también pidieron "la cuantía percibida por el gerente para la dirección de los proyectos". El equipo de gobierno actual va a hacer públicos los números invertidos en la zona durante la vigencia del Plan el próximo viernes a las 12 horas en Alaior. Los vecinos propusieron a su vez denunciar a los constructores de algunas obras -como la del centro cívico por la precariedad de las mismas- aunque de momento, éste último aspecto no ha sido ratificado por el Ayuntamiento.
Un ejemplo de esta "mala gestión" se proyecta en la no ejecución de las obras de embellecimiento de la avenida central que contaba con un presupuesto de 200.000 euros y que "cuando fue el momento de ejecutarla no hubo la cuantía total, sólo quedaban 120.000 euros que tuvimos que invertir en otros proyectos menores para no perder la cantidad que no alcanzaba ni para el primer tramo de soterrado del cableado a la que se debía invertir", explica la secretaria de la asociación, Sandra Caballero.
El centro cívico es otro de sus desesperos. "Está inacabado, no hay ventilación y cuenta con numerosos desperfectos", indica.
Las reivindicaciones
Además de ello, la Asociación de Vecinos reivindica una dotación policial permanente que, tras el despido de algunos agentes en Alaior han notado una menor vigilancia en la zona.
Asimismo, lamentan la reducción de frecuencias en transporte público terrestre que pasaron de nueve salidas -los meses de marzo y abril- a las tres actuales (y cuatro los viernes) "con unos horarios que no posibilitan un uso fluido del mismo", señala Caballero. La primera salida es a las 9.15 horas y la última, a las 17.45 horas, "dos frecuencias que no se adaptan ni a los horarios para ir al instituto ni para acudir al trabajo". A su vez, no entienden porqué se ha eliminado la frecuencia de domingo "cuando habíamos planeado desde la asociación varias excursiones y necesitábamos la salida desde Maó en jornada dominical.