Cinco usuarios de la Casa de Acogida de Maó pasaron ayer su primera noche de regreso en el edificio de la calle Negres, después de que el pasado día 1 tuvieran que desplazarse temporalmente, algunos a un hostal y otros a la casa para transeúntes de Ciutadella. Una situación que se debió al cambio en la gestión, que pasó de Caritas al Ayuntamiento, y también a la puesta a punto realizada en el interior del inmueble, como explicó la alcaldesa de Maó y responsable del área social, Águeda Reynés.
La edil no negó que a finales de año, tras celebrar varias reuniones con Caritas, "hubo problemas" por el "cambio de situación" personal de algunos de los transeúntes alojados en el centro y ante "este hecho puntual" se optó por sufragarles alojamiento en un hostal de Es Castell, ya que "estaban realizando unos cursos en Maó y era para ellos un problema residir en Ciutadella". Otros usuarios sí fueron derivados al municipio de Ponent y Reynés agradeció el apoyo prestado por el Ayuntamiento de Ciutadella, al prestar su Casa de Acogida para los 'sin techo' de Maó, algo que -añadió-, "se hubiera hecho también a la inversa".
Los inquilinos de la casa ocuparán el último piso del inmueble, que hasta ahora se destinaba a la unidad de dependientes (presos de tercer grado) gestionada por la Pastoral Penitenciaria, y que pasa al edificio anexo. La zona superior, objeto de la última rehabilitación de la finca, es la que se encuentra en mejor estado, ya que en el resto de los pisos, tal y como explicó la alcaldesa, se está cambiando algún mobiliario y todavía ayer continuaban los trabajos de limpieza a fondo de las habitaciones, que también han requerido una mano de pintura.
"La casa necesitaba unos arreglos, pintar y cambiar colchones", aseguró Reynés, quien recalcó que las personas sin hogar, y que puntualmente recurren a este servicio municipal "también tienen su dignidad". La alcaldesa aclaró que "Caritas hasta ahora lo ha hecho muy bien, pero es como cuando uno entra en una casa, hay que arreglarla".
El PSOE estaba informado
Reynés respondió a las críticas de la oposición socialista, que denunció el cierre de la Casa de Acogida y el "desmantelamiento" de los Servicios Sociales de Maó, y las calificó de "demagogia". Según la alcaldesa, el PSOE "sabía" los detalles de la situación, al finalizar 2011 y la gestión por parte de Caritas, porque sus concejales fueron informados en comisión. No obstante Reynés manifestó que, en una próxima comisión informativa del área social, "se les explicará todo".
También se refirió la alcaldesa al contrato de alquiler que se debe firmar con la entidad Caritas, propietaria del inmueble. Reynés señaló que los servicios jurídicos del Ayuntamiento ultiman los detalles del acuerdo y, ayer mismo, la alcaldesa tenía previsto un encuentro con la secretaria general de la entidad, Antònia Florit, para realizar el inventario en el interior de la casa, que será alquilada por 12.000 euros al año.