La estación de metro y tren más castiza de Madrid y punto neurálgico de las comunicaciones en la capital luce una escultura menorquina. Los autores, naturales de Ciutadella, son los diseñadores Josep Capella Pons (1975) y Clara Capó Casasnovas (1984), que con el prototipo "Aurum" se hicieron en 2010 con el primer premio del concurso convocado por el CERMI (Comité Español de Representantes de Minusválidos) y Caja Madrid.
Su diseño fue el favorito entre casi un centenar de propuestas presentadas desde todos los puntos del planeta.
La escultura la ha materializado una empresa de Zaragoza y acaba de instalarse en su emplazamiento elegido: a las puertas de la estación de Chamartín. Los dos autores viajaron a Madrid para supervisar la colocación de la enorme esfera ovalada, de 3,5 metros de altura y otros 3 metros de anchura, realizada en acero corten. Se trata de un tipo de metal vivo, que modifica su estado con el paso del tiempo, se oxida y cambia de color paulatinamente hacia el tono rojizo.
Ambos diseñadores están entusiasmados por el hecho de que un trabajo ideado en Menorca haya sido premiado y pueda lucirse en la capital española, como muestra del nivel profesional de los jóvenes creadores menorquines.
Ambos profesionales del interiorismo, que residen y trabajan en la Isla, se presentaron al certamen con el seudónimo conjunto de Fusion y consiguieron seducir al jurado con un prototipo que expresa el valor de la discapacidad como enriquecimiento de la diversidad humana.
La forma de la escultura 'Aurum' está inspirada en la proporción áurea, en la que el todo se divide en dos partes, tal que la proporción entre la parte menor y la mayor es igual a la existente entre la mayor y el total, es decir, la suma de ambas. Una proporción que se encuentra en el cuerpo humano, en el arte y en la naturaleza. De ahí que la escultura se base en una forma total, accesible para toda la sociedad y que pueda ser disfrutada por cualquier persona. Éste ha sido su objetivo creativo.
Capó y Capella explican en su proyecto que "la idea que se quiere expresar con la obra se basa en la búsqueda de la igualdad y en la concienciación de la sociedad sobre las personas que padecen alguna discapacidad. De ahí que se haya buscado esta metáfora en el hecho de obtener una forma perfecta, que sería la proporción áurea, con una esfera de diferente material incrustada en dicha forma y que, a la vez, forma parte del conjunto".
No obstante, por cuestiones de presupuesto, el prototipo original ha tenido que ser modificado. Se ha eliminado la esfera pequeña incrustada en el gran círculo, por lo que ha quedado en el seno de la escultura una apertura circular vacía. Se trata de un cambio que se adapta a la esencia y mensaje originales de la escultura.
IntegraciónLos autores señalan que la sociedad viene representada por la pieza de metal, frío y distante. Precisamente esta es la alegoría que buscan transmitir los autores: la sociedad que se muestra inerte, como el acero, frente a este grupo de personas con alguna discapacidad, representados por la esfera más pequeña.
La intención de ambos diseñadores con esta obra es transmitir el mensaje de que "con el tiempo, conseguiremos que la sociedad sea igualitaria, con los mismos derechos y necesidades".
El premio que acaban de obtener reconoce un trabajo conjunto, aunque ambos cuentan con premios conseguidos en solitario como profesionales del diseño.
Clara Capó obtuvo en 2007 el primer premio del Col·legi Oficial de Decoradors i Dissenyadors de Catalunya con un proyecto de final de carrera sobre arquitectura efímera.
Por su parte, Josep Capella ganó en 2008 el concurso de POIMA IV fase para la creación de una escultura en una de las rotondas del polígono industrial de Maó.