El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella ha tenido que dar marcha atrás en su intención de desalojar a las entidades que utilizaban locales municipales.
Una propuesta del PSM, que finalmente fue aprobada por todos los partidos, incluido el PP, permitirá a estos colectivos seguir utilizando los espacios municipales, aunque a diferencia de hasta ahora, no les saldrá gratis.
El PSM solicitaba que se permitiera el uso de estas instalaciones, petición a la que Unió des Poble de Ciutadella de Menorca (UPCM) agregó la condición de que estas asociaciones se hicieran cargo de los gastos que ocasiona el uso de los locales, tales como electricidad, agua o limpieza. Quedarán exentas de esta obligación las entidades de carácter asistencial.
La aportación fue vista con buenos ojos por todos los partidos, aunque el PP quiso introducir un nuevo punto. El portavoz Ramon Sampol explicó que "todos aquellos edificios que puedan ser vendidos lo serán para sanear las arcas municipales, también estos locales". Por eso, el PP intentó introducir un punto en el que se especificara que en caso que uno de los locales fuera vendido, la asociación lo abandonaría con un margen de tiempo prudencial.
Finalmente esta aportación no se votó, pero sí quedó clara la intención del equipo de gobierno de vender todos aquellos inmuebles de propiedad municipal que no sean imprescindibles para el Consistorio. De hecho, Sampol explicó que ya está realizando un inventario de los mismos, a lo que seguirá una inspección para determinar cuál puede ser su precio de venta.
Desde el PSM y el PSOE replicaron que éste no es el mejor momento para vender patrimonio municipal, y la portavoz socialista Pilar Carbonero explicó que "además, este patrimonio está ya ofreciendo un servicio al municipio". Ramon Sampol contestó que "guardar los edificios esperando a que lleguen mejores tiempos para venderlos es perder el tiempo, puesto que quizás cuando llegue ese momento el agua ya nos habrá sobrepasado la cabeza".
Subvencionar el agua desalada
PSOE, PSM y UPCM hicieron valer sus once votos para aprobar una moción del grupo socialista en la que se insta al Govern balear a colaborar económicamente para cubrir los gastos de funcionamiento de la desaladora y así conseguir una tarifa del agua más asequible para los ciutadellencs.
La portavoz del PSOE, Pilar Carbonero, defendió que "los ciutadellencs pagamos con nuestros impuestos el agua desalada de Andratx, puesto que el Govern pone más de 300.000 euros mensuales para su funcionamiento. No entendemos que en Ciutadella tengamos que pagarlo todos nosotros".
La propuesta del PSOE fue criticada por el portavoz del equipo de gobierno Ramon Sampol. En una primera intervención, Sampol fue tajante, al asegurar que "nuestra intención es que la desaladora no se ponga en funcionamiento porque creemos que en Ciutadella tenemos suficientes recursos hídricos, y como no queremos el agua desalada, no tenemos que pedirle nada al Govern".
En una segunda intervención, Sampol bajó el tono y matizó que "hemos conseguido que en el Govern cale la idea de que no queremos el agua desalada al precio que nos ofrecen, y menos con la calidad discutible que da la desaladora. Por lo tanto, que en Palma se arreglen como quieran, pero el agua debe tener un precio razonable, y de hecho, no tenemos dudas de que será así".
Con estos argumentos, el PP sorprendió votando en contra de la demanda de implicación por parte del Govern balear. De hecho, PSOE y PSM criticaron las palabras iniciales de Sampol en las que insinuaba que no quería que la desaladora se pusiera en marcha.
"No podemos obviar la parte buena de la desaladora, que nació porque existía un problema que persiste. Debe ponerse en marcha la planta si se asegura un precio razonable", concluyó Pilar Carbonero.