Un nuevo análisis de Quaderns Gadeso refleja unos datos muy interesantes sobre los jóvenes en Balears, concretamente en su formación y en su inserción en la vida laboral. Cabe destacar que, del más de un millón de habitantes que hay en el Archipiélago, un 17 por ciento tiene una edad comprendida entre los 16 y los 29 años, unas 200.000 personas.
El 35 por ciento de estos jóvenes está emancipado, una tasa que aunque haya disminuido respecto al año pasado, continúa siendo la más alta del país.
Curiosamente, Balears había sido, antes de que comenzara la crisis, una comunidad en la que resultaba fácil encontrar trabajo, un hecho que llevaba a que muchos jóvenes abandonaran los estudios. Esto ha llevado a que exista un volumen considerable de personas sin formación, aunque también es cierto que en los últimos tiempos se ve un retorno al sistema educativo.
Según detalla el estudio de Gadeso, hace ya años que Balears presenta una de las cifras más negativas del país en materia de educación. La tasa de escolarización a los 16 años es más de diez puntos inferior a la española y el volumen de abandono escolar se sitúa en un 36,7 por ciento.
También se destaca el bajo número de universitarios baleares entre la población de 20 a 24 años, un 28 por ciento; mientras que la media española se sitúa en el 66,2 por ciento, una diferencia abismal.
Situación laboral
Las altas tasas de actividad en Balears, según afirma el estudio, se han basado en el trabajo de una mano de obra intensiva y de baja cualificación. El paro juvenil ha llegado a cifras impensables, superando la barrera del 27 por ciento. El 73 por ciento de los jóvenes que trabajan no disfrutan de una situación idílica ya que la tasa de temporalidad supera el 55 por ciento de los trabajadores jóvenes de las Islas. La contratación temporal provoca inseguridad laboral, poca satisfacción en el puesto de trabajo y menos productividad.
De hecho, la mayoría trabaja en el sector servicios, aunque un 11 por ciento trabaja en la construcción, y un 7,3 en la industria. La agricultura es un sector minoritario. De hecho, las profesiones con mayor número de contratación son camareros, barmans, y similares. En segundo lugar estarían los dependientes de tiendas, almacenes y quioscos, y el personal de limpieza de oficinas, negocios y establecimientos hoteleros.
Y es que el paro es precisamente el asunto que más preocupa a los jóvenes de Balears, según el análisis de Gadeso. Junto a la precariedad laboral, la falta de empleo es una cuestión que afecta mucho a este sector de la población.
Les siguen el fracaso y el abandono escolar, el futuro incierto y la falta de expectativas, las políticas de juventud ineficaces, y la dificultad de acceso a la vivienda.
En relación a la reforma laboral aprobada por el Gobierno, un tercio de los jóvenes cree que aunque aún es pronto para conocer sus efectos, un 29 por ciento opina que provocará más paro y recesión económica, mientras que un 16 por ciento piensa que facilitará la creación de puestos de trabajo.