La Fundació Destí, el organismo que ha sufrido un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha acabado con el 44 por ciento de sus empleados en la calle, acumula unas deudas considerables. A finales del pasado año, según la información aportada por el Consell, debía 900.000 euros, lo que suponía acabar el año con un déficit de 950.000 euros.
El balance del pasado ejercicio aún no es definitivo, pero sí lo es el del año 2010, cuya lectura aporta una conclusión evidente: la Fundació debe menos dinero del que le deben a ella. Es decir, si todos los que adeudan dinero a esta entidad cubrieran sus deudas, el balance económico sería incluso positivo.
Las cifras frías así lo corroboran. El último balance cerrado, el del año 2010, cifra en 1.727.575,63 euros los cobros que tiene pendientes la Fundació Destí (en el balance, es el capítulo cuatro del activo corriente, citado como deudores comerciales y otras cuentas a cobrar). Un poco más adelante, en el mismo balance, se encuentra el apartado de pasivo corriente, que suma 767.008,28 euros. Este capítulo incluye aspectos como las deudas a corto plazo, y las cantidades pendientes de pago a proveedores y otros acreedores. Si se realiza una resta fácil entre lo que le adeudan a la Fundació y lo que ésta adeuda a otros actores, resulta que si se saldaran de golpe estos dos apartados, la Fundació se quedaría con 960.567,32 euros.
Esta es la lectura rápida de este balance, que incrementa las dudas que la oposición política en el Consell mantiene sobre la decisión del actual equipo de gobierno del Partido Popular de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) para atajar la situación económica de la entidad. En este sentido, desde el PSOE recuerdan que el principal deudor de la Fundació Destí es el propio Govern balear.
Así, el expresidente del Consell, Marc Pons, recuerda que en su mandato, se dejó a punto de firmar un convenio con el Govern balear mediante el cual se debían traspasar cuatro millones de euros desde Palma hasta Menorca entre el pasado año y el presente. Pons admite que el acuerdo se dejó sin firmar, pero añade que "el nuevo equipo de gobierno lo tenía todo a punto para rubricarlo y disponer de un dinero que estaba consignado para este fin en la Agència Balear de Turisme".
Así, desde el PSOE interpretan que este dinero serviría perfectamente para que la Fundació no solamente no tuviera que hacer frente a los recortes que ha decidido el actual equipo de gobierno del Consell, sino que incluso la entidad podría tener superávit y por lo tanto, emprender nuevas actividades promocionales. Desde el equipo de gobierno han reiterado en diferentes ocasiones que el dinero al que aluden los socialistas no está disponible porque no se firmó el convenio, y por lo tanto, no se puede contar con él para arreglar la situación económica de la Fundació Destí.
Desde el Partido Socialista se insiste en la crítica a la decisión de reducir el personal de la Fundació Destí porque ésta se ha tomado sin disponer del balance cerrado y definitivo del año 2011. Así, recuerdan que el funcionamiento normal de este organismo implica dedicar los dos primeros meses de cada año a recoger las facturas y las justificaciones de los gastos del ejercicio anterior, para presentarlos al Govern, que los auditará.
Una vez realizado este trámite, es cuando se puede reclamar al Ejecutivo autonómico que abone la parte que le corresponde, algo que se solía producir en el segundo trimestre del año. En este sentido, fuentes socialistas entienden que el anterior equipo de gobierno cumplió su cometido (se marchó en mayo), y que solamente se le podrían achacar dos meses de retraso en la consecución del dinero de Palma.