Miquel Vilardell Tarrés, presidente del Colegio de Médicos de Catalunya, tiene perspectiva para diagnosticar lo que necesita la sanidad pública para no perder la calidad que ha conseguido. De hecho, ha formado parte, con el economista menorquín Guillem López Casasnovas, de tres comisiones en Catalunya, desde tiempos del primer tripartito, para estudiar el cambio estructural inevitable. Este grupo de expertos se ha conocido como la "Comisión Vilardell". Ayer, intervino como conferenciante de lujo en el Colegio de Médicos de Menorca, para hablar de los retos y soluciones ante una "crisis sanitaria".
"Yo vengo a hablar principalmente de los profesionales de la sanidad pública", afirma. El doctor Vilardell defiende el grado de excelencia que ha conseguido la atención sanitaria en España. Incluso ahora se mantiene "gracias a que los profesionales están haciendo un gran esfuerzo, dan el 120 por ciento". Además está convencido de que el cambio estructural que necesita el sistema "no puede llevarse a cabo sin escuchar al colectivo de profesionales". Así, apunta que uno de los riesgos de la actual situación es que "el personal sanitario, que es consciente de que hay que mejorar la eficiencia, pierda la esperanza y la confianza". Insiste en que incluso para los actuales cambios coyunturales, impulsados por las dificultades presupuestarias, "es necesario contar con la opinión de los profesionales, que saben cuáles son las medidas más convenientes".
Catalunya ha sido pionera en la aplicación de medidas de ajuste y de las polémicas que éstas han provocado. El presidente del Colegio de Médicos comenta que Artur Mas "aplicó medidas coyunturales con demasiada prisa y sin un plan estratégico y esto se ha parado para afrontar las medidas estructurales, entre otras, la posibilidad de descentralizar el Institut Català de la Salut".
Hace tiempo que Miquel Vilardell avisa que el sistema sanitario público necesita de más recursos económicos y que "corresponde a los políticos ver la forma de conseguirlos". Cree que la actual cartera de servicios "es muy buena" y explica que continuamente se producen avances en los fármacos y en los procedimientos médicos, que necesariamente deberán incorporarse a la sanidad pública. Esto significa que es imposible aplicar criterios solo económicos para plantear la reforma del sistema sanitario. Atribuye a los políticos la responsabilidad de las decisiones para incrementar los ingresos a través de los medios de que dispone. Una de ellas es el copago. El doctor establece las 'líneas rojas en mantener la universalidad y la equidad en la atención sanitaria. "Las personas van al médico porque lo necesitan, otra cosa es que habría que mejorar la atención sanitaria". Lo que hay que evitar -indica como ejemplo- que una persona con síntomas de un infarto no acuda al centro sanitario por no pagar una tasa".
El presidente del Colegio de Médicos de Catalunya se refiere a la importancia de definir el modelo de gestión y pone varias opciones sobre la mesa: el modela EBAs, entidades de base asociativa, en centros de primaria, por ejemplo, donde los médicos son accionistas; el servicio público actual; la concesión de la gestión de centros públicos a mutuas y empresas privadas, como se ha hecho en la Comunidad de Madrid. Apunta que la idea de que las comunidades autónomas devuelvan la competencia a la administración central "sería un grave error, un paso para desmontar el Estado de las Autonomías". Valora que entre las distintas comunidades españolas "no hay tantas diferencias en la calidad asistencial y uno de los motivos de ello es que tenemos un MIR excelente, por eso estamos en el primer nivel".