A pesar del descenso de la participación respeto a la manifestación del pasado 20 de febrero, los sindicatos mantienen el pulso ante la inminente huelga general. Más de 500 personas se congregaron ayer por la mañana en la Explanada de Maó para mostrar su rechazo a las medidas aplicadas por las administraciones central, autonómica, insular y local en la manifestación convocada por CCOO y UGT, a la que también se adhirieron los sindicatos CSIF, STE-i, SUB y UFP, así como la plataforma Prou Retallades Menorca.
Los manifestantes hicieron un alto en el camino ante la sede del PP, en la calle Sant Jordi, donde las consignas contra los populares y los pitos sonaron con más fuerza. La concentración llegó a su punto álgido durante la lectura del manifiesto en la Plaça Miranda, momento en que los representantes sindicales aprovecharon para denunciar que las medidas puestas en marcha por las administraciones van encaminadas a "convertir el Estado de Bienestar en un Estado de Beneficencia".