La industria turística de Balears pierde competitividad desde hace más de una década. El resuello lo ha recuperado gracias a circunstancias geopolíticas externas, como las revueltas en el norte de África, pero cada vez es más evidente que el turismo en Balears "está en recesión" y necesita una "urgente transformación" y ese cambio pasa por la unión, el trabajo conjunto de todos los actores turísticos. Esta labor la desarrolla, el Clúster Balears.t de Innovación Tecnológica en Turismo, un conjunto de empresas, (donde también se da cita la Universidad y el cluster TurisTEC) que apuesta por "la tecnología, la formación, la sostenibilidad y la internacionalización" del sector turístico, y que ayer fue presentado al empresariado menorquín en el salón de plenos del Consell, con la asistencia de la consellera insular de Turismo, Salomé Cabrera.
El gerente de la entidad, Luís del Olmo y el director general, Miguel Payeras, insistieron en la necesidad de cambiar los métodos de comercialización turística de Balears y en concreto de Menorca, empleados hasta la fecha, aprovechando al máximo las nuevas tecnologías de la comunicación y las experiencias únicas que ofrece cada una de sus islas. "Somos el destino más barato de la Champions League en la que jugamos, pero no somos los más competitivos. Para generar el mismo volumen de ingresos que los países de arriba de la Champions necesitaríamos cada vez más visitantes", advirtió Payeras en su intervención, al tiempo que recordó que Menorca registró en 2010 la llegada de 1.4 millones de turistas, dispuso de 49.720 plazas y la estancia media se situó en el 9,3 días, cifras que en opinión del responsable de Balears. t pueden mejorarse si la isla aprende a venderse mejor.
"Esta isla es un tesoro, es única, pero se vende como una marca blanca porque ha dado miedo construir sus propios productos, comunicarlos y comercializarlos", dijo. En opinión de Payeras es necesario que cambiar la estrategia de venta porque nunca ha sido tan barato como ahora utilizar las tecnologías de la comunicación. "Diez webs del mundo concentran el 60 por ciento del tráfico mundial de la comunicación", apuntó y animó a la Administración menorquina y a sus empresarios a vender la historia, la gastronomía, el deporte, la cultura y la naturaleza de la Isla como experiencias únicas.
¿Qué es el Balears.t Cluster de Innovación y Tecnología en Turismo?
Es una asociación privada sin ánimo de lucro que pretende integrar tanto a actores públicos como privados del sector turístico y también a los centros de investigación, a la universidad.
¿Por qué es necesaria esta integración?
Para tener formas europeas de hacer las cosas. La política de Clusters de la Unión Europea (UE) surgió hace más de una década y esta agrupación heterogénea de entidades puede permitir a los europeos caros ser competitivos.
Usted ha comentado en su intervención que si Menorca, Balears, no cambia su forma de vender, no saldrán de esta crisis.
Lo que nos diferencia al sur de Europa del norte es que allí sus productos no sólo compiten en precio, que es relevante, sino que ofrecen un valor añadido. Lo que vende la empresa Porche en Alemania, por ejemplo, no sólo es un coche, sino que ofrece lo que llamo una fantasía técnica de la velocidad.
¿Quiere decir que hay que vender algo más, además de calidad?
Hay que vender buen producto y experiencias. Lo mismo que te ofrece el diseño escandinavo; te venden un componente emocional y gráfico. Esto es lo que puede permitir a los europeos caros, a los menorquines, por el coste de la hora de trabajo, ser competitivos.
¿Menorca no ha sabido venderse?
Debería terminar un ciclo, que es el común que ha tenido Balears, donde lo que son las Islas no ha sido contado, ni vendido por parte de gente del Archipiélago. Lo han contado los touroperadores a los que les interesaba vender en origen según qué imagen del destino. Nosotros hemos venido hoy a decir al sector turístico menorquín que hay distintas personas de distintos sectores que quieren lo mejor para Menorca y que es el momento de hacer las cosas de otra manera. Ahora la tecnología nos permite vendernos de otra manera, más diferenciada, con menos costes.
¿Y cómo se hace eso teniendo la rémora del transporte?
No tengo la varita mágica. No sé si es primero el producto o el transporte. La buena noticia puede ser que a estos precios sólo pueden llegar los buenos. Unos billetes así no los puede pagar cualquiera, pero en el lado negativo es que estos costes elevados también limitan los movimientos de la población local.
¿El futuro de Menorca es vender experiencias diferentes a las de Eivissa y Mallorca?
Sin duda, y además las tiene. Menorca tiene razones únicas para atraer turistas; el campo, la geología, los faros, el Camí de Cavalls, la gastronomía, los eventos de ópera... Todo ello hay que ponerlo en valor, pero primero hay que creérselo, y estar unidos. Los clusters demuestran que no hay nadie, por gordo que sea, que lo tenga todo. Son una organización compleja que, a entornos complejos y situaciones complejas, intentan dar una solución articulada.
¿Entonces el Cluster Balears.t actuaría un ente asesor?
Nosotros nos movemos a través de proyectos que tienen que ver en su mayor parte con la UE y articulamos iniciativas que nos permiten hacer aquello que queremos hacer en determinado campo y con la ayuda europea. Por ejemplo, las iniciativas que tienen que ver con el entorno; el día que no haya agricultores no habrá campo, y cuando no exista el campo, no habrá paisaje, y sin él difícilmente habrá turismo. Todo está relacionado. Todo es turismo en las Islas.