Autoficha. Me llamo José Manuel Felipe Pérez, tengo 31 años y nací en Zaragoza, aunque vivo junto a mi pareja, Raquel, y nuestros cuatro gatos en Es Castell. Llegué a la Isla hace dos años y medio y trabajo como inspector de seguridad privada en el Aeropuerto. Cuando tengo tiempo libre me gusta jugar al ordenador, leer, y el cine.
¿Qué le llevó a vivir en Menorca?
Necesitaba un cambio de aires y tranquilidad. La verdad es que en eso acerté viniendo, aunque hay que decir que tanto relax tiene dos caras porque aunque en ocasiones es lo que buscas, a veces también resulta demasiado. Una de las cosas que más me gusta de la Isla es poder comer en una terraza al aire libre junto al mar. Eso no se puede hacer en todos sitios. Por otro lado, lo que más echo de menos de Zaragoza son los comercios y su vida nocturna.
¿En qué consiste su trabajo exactamente?
Me dedico a supervisar y gestionar el servicio de seguridad privada del Aeropuerto. Es un trabajo con el que aprendes, tienes una formación continua. Ademas, todos los días es distinto por lo que no se hace monótono. Es cierto que, depende de la época del año, puede haber más o menos estrés que puede agobiar pero en cierto modo es positivo porque te motiva, sobre todo cuando hay tanta afluencia de pasajeros.
¿Alguna anécdota que pueda explicar a los lectores?
Una vez nos encontramos con una maleta que se movía. Al pasarla por rayos X, pudimos ver que era un vibrador de tamaño considerable. La mujer, que era mayor, no nos quería decir qué era. Otro día, hubo un hombre, también mayor, que pasó el filtro con un bastón. Vimos que tenía un filo y llamamos a la Guardia Civil. Al comprobarlo, vimos que dentro del bastón había un sable enorme. El pobre hombre no tenía ni idea y, evidentemente, se quedó sin bastón. También se ha dado alguna ocasión en la que hemos encontrado animales, tipo tortugas; y también hay niños que se van llorando porque les quitamos las piedras de la playa.
¿Qué les diría a aquellas personas que se molestan por tener que pasar por tanto filtro de seguridad?
Hay gente que no quiere que se les inspeccione a ellos pero sí a los demás. Deberían hacer aeropuertos donde se volara sin seguridad ni pasaje filtrado... Ya veríamos quién querría coger allí un vuelo.
¿Cuáles son sus planes de futuro?
Mi proyecto es seguir formándome en la profesión de seguridad. También querría invertir en una casita en la montaña, concretamente en el Pirineo. Y, además, me gustaría poder realizar algún viaje a Estados Unidos. Nueva York es un lugar que atrae mucho.