El Día del Trabajo movilizó ayer a entre 600 y 700 personas, según los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO), que se manifestaron por las calles céntricas de Maó coreando consignas contra los recortes aplicados por los gobiernos central y autonómico y se unieron bajo el eslogan "Feina, dignitat, drets. Volen acabar amb tot".
Un Primero de Mayo con nada que celebrar, como recordaron los líderes sindicales en sus discursos frente a la sede de la Dirección Insular de la Administración General del Estado, porque fue el Día Internacional de los Trabajadores con más personas en paro en Menorca, casi 7.500, desde que se inició la serie histórica comparable en 1996.
Un récord alcanzado tras un primer trimestre del año de políticas de austeridad que atacan, según denunciaron los sindicatos, pilares fundamentales del bienestar social, la sanidad y la educación, y que se han unido a nuevas cargas impositivas, como el aumento del precio del carburante en Balears, el mal llamado céntimo sanitario, afirmó el secretario general de UGT, Servando Pereira, porque en realidad son casi cinco céntimos más por cada litro de combustible y "no son para la sanidad, porque están echando trabajadores a la calle".
Desde la tribuna Pereira envió el "máximo apoyo a los trabajadores" de los hospitales General y el Juan March, los dos centros sanitarios que el Govern cerrará en Balears como una de las medidas de contención del gasto.
Tanto el líder ugetista como el secretario general de CCOO en Menorca, Ramon Carreras, llamaron a los trabajadores y a toda la sociedad a movilizarse para evitar que "sigan criminalizando a parados y a funcionarios", afirmó el dirigente de CCOO, o que "se rían en nuestra cara, diciendo que cada viernes aprobarán más recortes", recalcó Pereira.
La marcha del Primero de Mayo, que salió a mediodía de la plaza Explanada de Maó, pasó por delante de la sede insular del PP, en la calle Sant Jordi, donde los manifestantes propinaron una sonora pitada al partido que gobierna y gritaron "el sueldo de Bauzà, para Sanidad". Acompañaron a los sindicalistas políticos de las formaciones de izquierdas. Por parte del PSOE, el secretario general del partido, Vicenç Tur, y los diputados Damià Borràs, Joana Barceló, Cristina Rita y Guillem García Gasulla.
El recorrido de los manifestantes por Maó transcurrió sin incidentes, en un clima de reivindicación pero tranquilo. Los dirigentes sindicales pidieron una resistencia pacífica ante las medidas del PP para atajar una crisis que, recordaron, tuvo su origen en la burbuja inmobiliaria y la banca. "Que no nos envíen la Policía a nosotros", afirmó Carreras, "que la envíen a perseguir a los que defraudan".