Los vecinos del barrio de Es Cavallitos de Ciutadella critican el ocultismo empleado por parte del Ayuntamiento de Ciutadella para modificar el sentido de la circulación en la calle Foners y pasar de una a dos direcciones la Plaça Princesa Joana. Unos cambios que, aseguran, obedecen al "interés particular" de un vecino y en detrimento del bien general, puesto que el resto del vecindario es contrario a esta modificación.
El presidente de la Associació de Veïns Es Cavallitos, Ignasi Florit, señaló ayer que estos cambios no resuelven ninguna necesidad del barrio y asegura que crea un precedente de "circulación a la carta" al recoger la demanda de un vecino que, por el sentido actual del tráfico en la barriada, tiene que recorrer 50 metros entre su vivienda y su garaje.
La asociación ya ha mantenido dos reuniones, primero con la concejala de Governació, Juana María Pons, y luego con la Policía Local, la cual, según la edil, dispone de un "informe" que señala la conveniencia de duplicar el sentido de la marcha en la plaza. Unos encuentros que no han servido para nada, ya que el Ayuntamiento ha seguido con su plan. Así, ya hace una semana que "cada día, a las seis y media de la mañana hay un camión con un operario que "borra" las marcas viales actuales.
Además, esta medida, afirman los vecinos, supondrá la eliminación de "una docena de aparcamientos", y crea un "doble sentido en un tramo de la plaza muy peligroso", ya que "aumenta el riesgo y el peligro ante un parque infantil muy tranquilo" en el que "los niños juegan a la pelota".
Indignados
El vecindario denuncia, además, que cada equipo de gobierno que pasa por Dalt la Sala intenta cambiar la circulación en Es Cavallitos. "La última vez tuvieron el detalle de consultarnos para cambiar el sentido en la calle Organista Reixach y ante nuestra oposición frontal (...) dieron marcha atrás". En cambio, ahora han actuado "casi con nocturnidad y calladitos". Por eso, piden a la concejala que recurra a la participación ciudadana.
Otros vecinos han manifestado su malestar. "Han conseguido cabrear a un barrio muy tranquilo". Por eso, los residentes avanzan que saldrán a la calle para evitar este perjuicio al interés general.