Cuando, a través de este periódico, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella adelantó el pasado año la posibilidad de reubicar el mercadillo ambulante de la Plaça des Born por las molestias que causaban las furgonetas, parecía que el traslado iba a ser cuestión de semanas. El equipo de gobierno estaba decidido a cambiar el emplazamiento de los vendedores, y poco a poco se dibujó la Plaça des Pins como la alternativa más sólida. Desde entonces, han pasado ya varios meses, con una protesta de los vendedores en la propia sede del Ayuntamiento, y lo que parecía un decisión prácticamente inmediata, se está convirtiendo en uno de los culebrones en Ciutadella. Más ahora, cuando todo apunta a que este traslado se aplazará y no se realizará hasta que acabe la actual temporada turística.
Ésta es, al menos, la opinión del alcalde José María de Sintas, quien entiende que "ahora prácticamente ya no tenemos tiempo para reordenar esta situación, puesto que Sant Joan está ya casi aquí, y en las fiestas, la Plaça des Pins está ocupada. Hasta ahora no hemos alcanzado ningún acuerdo por culpa de las dos partes, y yo no quiero ningún enfrentamiento. Si hace falta más tiempo para un acuerdo, dejemos el traslado para después de verano".
Actualmente, la negociación está pendiente de una próxima reunión. El principal escollo ahora mismo es el espacio del que dispondrían los vendedores para la carga y descarga de su mercancía. Hasta ahora, no se ha conseguido colocar a todos los vehículos que mueven los participantes en el mercadillo, puesto que un informe policial así lo señala. En una próxima reunión deben estudiarse soluciones a esta situación, que ahora mismo parece encallada.
Lo que sí tiene claro el alcalde es que si este verano el mercadillo ambulante de los viernes y los sábados permanece en la Plaça des Born, las furgonetas de los vendedores no podrán permanecer estacionadas toda la mañana en la zona azul de este espacio. "Ellos pagan sus tiques, sí, pero hay informes policiales que señalan que estos vehículos invaden las aceras y dificultan de manera notable la circulación. Habrá mercadillo, pero no furgonetas", concluye José María de Sintas.