La Renta Mínima de Inserción es una ayuda que se presta a aquellas personas que no tienen otros medios para satisfacer las necesidades básicas. Los números rojos en las cuentas de muchos ciudadanos debido al alargamiento de la crisis económica ha llevado a que las peticiones para recibir esta prestación económica, la última opción, en muchos casos, a la que pueden acceder, se hayan disparado en los últimos años.
Es por ello que el Consell, responsable de administrar los fondos, ya sean los propios como los que aporta el Govern para este fin, opta por una política distributiva, es decir, por un control más exhaustivo de la duración de la percepción de la prestación para cada usuario, con el objetivo de que la partida presupuestada para este año pueda atender el máximo de solicitudes y ayudar a más gente.
Desde la conselleria de Bienestar Social informan que "se revisan y controlan mes a mes los usuarios que perciben una ayuda con el objetivo de avanzar en su reinserción laboral".
Por otra parte, las cifras confirman las percepciones que se intuían desde la Conselleria. Y es que las peticiones de personas de esta Comunidad Autónoma se están incrementando mientras que disminuyen las procedentes de ciudadanos sudamericanos, que hasta el momento encabezaban la lista, y que actualmente han quedado relegados a la tercera posición.
En cifras, el pasado ejercicio se atendió a 74 baleares (y 47 más de otras comunidades autónomas) mientras que se beneficiaron de la ayuda 54 africanos y 50 sudamericanos, entre otros grupos. En 2008 los fondos llegaron a 121 sudamericanos frente a los 46 magrebíes y los 31 baleares. Fuentes de la Conselleria de Bienestar Social resaltan que los sudamericanos han disminuido "por el efecto retorno".
A pesar de este cambio en el orden de posiciones, siguen siendo estos tres colectivos los que se mantienen a la cabeza de beneficiarios. No obstante, el número de ciudadanos de origen menorquín o balear podría ser superior, según presienten desde el Consell, puesto que el tejido social más cercano ampara a los más necesitados, por lo que probablemente existe un importante volumen de personas "oculto" que también sufre gravemente la crisis aunque no haya exteriorizado su situación.
En 2011 percibieron directamente la prestación social 259 personas lo que, indirectamente supuso que se beneficiaron 579 personas. Si los datos se interpretan en clave mensual, la media de usuarios se sitúa en 116 personas. Es más, este mes de mayo, 117 perceptores recibieron la Renta Mínima de Inserción, al igual que el mes anterior. Asimismo, destaca que 2009 fue el ejercicio estrella en número de titulares y beneficiarios de la ayuda, puesto que empezaron a notarse los primeros efectos de la crisis económica.
Desde el Consell esperan que con la entrada de la temporada turística y por tanto, las mayores oportunidades de encontrar trabajo, las cifras mengüen. Y es que calculan que en torno a un 25 por ciento de las personas que percibe la ayuda acabará encontrando trabajo. No obstante, la tendencia cambiará a final de la época estival cuando se sospecha que el número de peticiones vuelva a dispararse.
El Consell ha dispuesto para el ejercicio actual una partida económica de 500.000 euros. Una parte de esta cuantía es aportada por el Govern. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo insular indican que aún se desconoce la participación de la Administración autonómica en el programa. A esta incógnita, que desde el Consell señalan que sigue la trayectoria habitual de cada año, ya que es a mediados del ejercicio cuando se da a conocer la partida, se le suma otra incertidumbre.
Y es que generalmente el Govern hacía una aportación extraordinaria. No obstante, el año pasado se cerró el grifo y no se hizo efectiva, por lo que el Consell tuvo que asumir el 53,2 por ciento (267.269 euros) del programa. En estos momentos, y sin contabilizar el coste de los 117 perceptores del mes de mayo, este programa ha supuesto un desembolso de 182.078 euros, es decir, unos 18.000 euros menos que la partida destinada durante los cuatro primeros meses de 2011.
La nómina que percibe cada solicitante oscila entre los 400 y 500 euros, según el perfil y las circunstancias personales.
Aumentan los perceptores con formación universitaria
La edad media de los usuarios que perciben la ayuda oscila entre los 25 y los 44 años. Además se ha apreciado en los últimos años un incremento del número de personas que el titular de la ayuda tiene a su cargo. Así, los cuatro beneficiarios por perceptor han escalado posiciones aunque siguen ocupando el primer puesto los núcleos con un beneficiario.
Además, desde el Consell perciben un incremento de los beneficiarios con una formación universitaria o Formación Profesional aunque, la mayor parte de los perceptores sigue siendo personas sin estudios. Respecto al municipio de residencia, Maó se mantiene como la ciudad que ampara mayor número de perceptores, casi la mitad del total de titulares.