Menorca contará el próximo curso con dos nuevos centros escolares, el de Sant Lluís y el Maria Lluïsa Serra en Maó, pero perderá dos inspectores educativos y mantendrá solo a una persona para esta tarea.
La valoración del delegado territorial de la Conselleria de Educación, Julián Hernández, en torno a la destitución de los inspectores interinos por parte del Govern, fue ayer sincera y negativa.
"Solo puede tener un efecto desfavorable, porque antes había tres para controlar todos los centros y ahora habrá uno", declaró Hernández, quien confirmó la destitución de los inspectores Jaime Mascaró y Lorenzo Petrus, y su regreso al centro de origen como profesores, el instituto de Enseñanza Secundaria Josep Miquel Guardia de Alaior.
Los dos ocupaban su puesto con carácter interino y la inspectora que quedará en la Isla será Elvira Badía, con plaza definitiva obtenida mediante oposición, señaló el delegado de Educación.
En el conjunto de Balears la medida adoptada por el Govern afecta a 17 inspectores (incluidos los dos menorquines) de los 28 en plantilla. La noticia, publicada ayer por el "Diario Mallorca", provocó de inmediato la reacción de los partidos de oposición y las explicaciones del conseller de Educación y portavoz del Ejecutivo, Rafael Bosch, quien explicó que la destitución se debe al plan de ajuste del Govern y no a una purga relacionada con la defensa del catalán en los centros, como denunciaron tanto el rotativo mallorquín como los partidos de izquierda.
El PSIB y el PSM-IV-ExM criticaron la medida porque, según indicaron, provocará "más tensión y crispación dentro del sector educativo". El diputado del Grupo Socialista, Antoni Diéguez, señaló, según recogió Europa Press, que "con todo el conflicto que hay, no se le ocurre otra cosa al conseller del ramo, Rafael Bosch, que hacer una purga de inspectores de educación por motivos exclusivamente políticos".
"Todo el mundo conoce que hubo discusiones entre el conseller de Educación y el presidente del Govern porque decía que estaba siendo muy blando con el sector educativo y la respuesta inmediata es una purga del sector de los inspectores de educación", espetó.
Según Diéguez, este hecho "probablemente lleve a una situación peor" ya que, según vaticinó, a partir del próximo curso esas bajas que se han creado se traten de rellenar "con gente más adicta al régimen del señor Bauzá". "Tememos que haya una purga ideológica en educación", hecho que no se había producido nunca en esta Comunidad Autónoma, declaró el diputado.
Plan de ajuste
El conseller de Educación, Rafael Bosch, negó que la medida esté relacionada con la instalación de lazos de apoyo al catalán en centros educativos, y afirmó que responde únicamente al plan de ajuste del Ejecutivo. Bosch avanzó que durante los próximos meses de realizará una convocatoria para cubrir "algunos puestos de inspección", si bien puntualizó que no serán 28 como hasta ahora.
Según explicó, en las Islas es necesario regular una nueva relación de puestos de trabajo, puesto que "se había acumulado una desproporción entre inspectores fijos y accidentales". Por ello, añadió, "en los próximos meses trabajaremos en la convocatoria".