La Asociación Empresarial de Comerciantes de la Isla (ASCOME) rechaza rotundamente la liberalización total de los horarios comerciales anunciada por el Gobierno.
El presidente de la entidad, Vicente Cajuso, anunciaba ayer que la medida "será muy perjudicial para el pequeño comercio" puesto que "estimamos que la iniciativa generará el cierre de muchos más comercios con el consecuente aumento de las cifras del paro".
Así lo hizo saber ayer al vicepresidente económico del Govern, Josep Ignasi Aguiló con quien el sector mantuvo un encuentro en el que trasladó sus preocupaciones además de dar a conocer la difícil situación por la que atraviesa el pequeño comercio isleño.
Así es como Cajuso precisaba que "no queremos que haya libertad total de horarios" aunque planteaba "una adaptación de los horarios a las necesidades del cliente". Explicaba que para el comerciante podría ser beneficioso que "en vez de abrir su negocio a las cinco de la tarde cuando sabemos que el turista se encuentra en la playa, lo abriera más tarde y cerrara también más tarde adaptándonos a los momentos en los que el turista visita la ciudad".
En esta línea, Vicente Cajuso también se opuso a la ampliación de festivos por la que, según anunció el Gobierno, los comercios abrirían todos los domingos, previa declaración de zona de gran afluencia turística. Cajuso entiende que "en Menorca la aplicación de esta medida no tiene ningún sentido en temporada baja".
A su vez, el presidente de ASCOME trasladó al vicepresidente económico del Govern la preocupación sobre las medidas previstas a aplicar en materia de rebajas. Según explica Cajuso, la política actual de promociones son dos meses en verano y otros dos en invierno.
A partir del próximo 1 de enero cada comerciante podrá iniciar su periodo de rebajas cuando quiera y crea oportuno, una iniciativa que para el presidente de los comerciantes "será positiva para el consumidor pero no para el comerciante". Con ello, señala a su vez que "desde ASCOME consideramos que el empresario debe adaptar la oferta al bolsillo del cliente".
Todas estas modificaciones que se plantean para el sector comercial y que éste aguarda con un pie en alto, fueron escuchadas por el vicepresidente económico del Govern quien, a pesar de mostrarse sensible a la realidad de la Isla, señaló que "además de la características propias de cada zona existen hechos comunes que debemos poner sobre la mesa".
Y avanzaba que "reconocemos esta realidad y a partir de ahí nos pondremos a trabajar para que el sector sea sólido y pueda incrementar sus ingresos". Con ello recordaba que en Balears el sector comercial es el cuarto en potencia.