Hay personas que de inmediato comprendes que el maridaje entre su profesión y su forma de ser, sus sensaciones, son tan coincidentes que si su oficio no estuviera ya enraizado, habría que inventarlo. Jaime Fedelich Bosch es pintor porque nació pintor, sus genes llevan la pigmentación que le ha llevado a crear y recrear, por medio de sus pinceles, todo aquello que sus ojos captan y que quiere perpetuar.
¿Te acuerdas …?
Nunca lo he olvidado, fue en el año 1971, con ocasión del 10º Salón de Primavera, del Ateneu de Maó, en que una de mis obras obtuvo la Medalla de Oro, tú hiciste la crónica del evento y, poco más o menos dijiste que el nivel medio de la misma no era excesivamente alto, pero que la obra ganadora del primer premio "era fabulosa".
Buena memoria ya que hace de ello la friolera de 41 años. Fue mi debut en este campo en el que no incidí con demasiada frecuencia, lo mío fue el deporte pero, entremos en materia. ¿Dónde iniciaste tu etapa escolar?
Mis primeras vivencias me sitúan en Ses Endrones, con las monjas, luego recalé en la Escuela del Seminari, con don Biel Gelabert, excelente profesor y mejor persona, y de allí pasé al Instituto Josep Maria Quadrado, pero al finalizar el tercer curso "emigré", y empecé a trabajar.
¿Debías ser muy joven?
Lo era, tenía solo 14 años de edad; entré a trabajar a Ca n'Amorós, propiedad del marido de una de mis tías, negocio que se fue ampliando a medida que las demandas aumentaban y allí estuve hasta que marché a la mili.
¿Voluntario?
Pues sí, en aquellos años era una práctica habitual la de presentarse voluntario. Yo la hice en Artillería y fui destinado a la Batería antiaérea de Biniarroca, y lo pasé estupendamente, porque el capitán de dicha batería, don Manuel Vasallo Cabanillas se preocupaba mucho de todos nosotros con especial atención a lo que hacía referencia a la comida, por ello no me moví de este destino en los 20 meses que duró el servicio militar.
¿Cómo llegaste a la pintura?
Yo siempre digo que mi abuela paterna tiene algo que ver en todo ello, es decir, en mi afición a la pintura. Ella, te estoy hablando de tiempos atrás, estudiaba en "Ca les Madres", (Calás) en el Colegio situado en la Contramurada y dibujaba maravillosamente. Tenemos toda una serie de dibujos suyos de una gran exquisitez y yo, mirando aquel "milagro", aquella perfección en sus dibujos me sentí atraído por ellos, como hipnotizado y quise hacer lo mismo, intentar una aproximación a aquellos extraordinarios dibujos.
En realidad eres medio autodidacta y medio "aprendiz".
"Un poc de tot". Durante tres años fui alumno de Pepe Torrent ya que acudí a las clases que el maestro impartía en la escuela nocturna Municipal de Dibujo, después me "inspiré" en Bruset, un pintor francés y en Benejam principalmente y cómo no, en Matias Quetglas.
¿Antes o después de cumplir su servicio militar en Madrid?
Antes y después, de hecho le conocía porque habíamos coincidido en el "Quadrado", aunque él es algo más joven que yo. Al regresar de Madrid, "enamorado" de cuanto hacía Antonio López, después de charlar con él, comprendí que tenía mucho por aprender, que me era imprescindible abrirme a otros horizontes y decidí trasladarme a Barcelona para ampliar mis conocimientos.
Ignoraba este extremo. ¿Mucho tiempo en la Ciudad Condal?
Tres meses. Cada tarde acudía a clase a la Academia Tárrega y por las mañanas al Cercle Artístic de Sant Lluc. Fue una etapa muy importante que cimentó mis conocimientos en el mundo de la pintura.
De la que cabe decir que ha tenido dos vertientes.
Efectivamente, la realista, o de "pintor-escultor", -formas, volumen- y la que evidencia "sa meva estima pel color". De niño canté en la Capella Davídica, en la juvenil, con el maestro Biel Salord, y las vidrieras de la Catedral siempre me fascinaron, su luz, el sol que se filtraba a través de ellas, todo... Recuerdo que mi padre me hizo un calidoscopio y me pasaba horas mirando aquella "maravilla", con sus cambios de color, impresionante y, al igual que Pepe Torrent y otros muchos pintores, el color es algo que me apasiona y que está presente en mi obra.
Estabas catalogado como pintor realista pero …
Sí pero sucumbí a la "tentación" de experimentar en otras parcelas y aparqué por un tiempo el realismo. Fue una etapa en que firmé mis cuadros con el nombre de J. F. Bosch, mi segundo apellido, y fue precisamente en esta línea en la que me sentí más cómodo, más libre para pintar y crear, pero en las dos etapas siempre me he sentido realizado.
También has hecho otras incursiones en otros campos, como en el grabado.
Sí, también me gusta y me atrae, sin embargo y a pesar de la buena acogida que mis grabados siempre han tenido, no me he prodigado en este campo, de hecho llevo unos dos años sin grabar, en parte porque hacerlo me supone un esfuerzo suplementario a la hora de acondicionar mi estudio, que como ves no es excesivamente amplio.
Te recordaré un grabado tuyo, una cara de mujer, de perfil.
Lo recuerdo, es el retrato de mi cuñada, la hermana de mi mujer y es un grabado realizado a "punta seca", con las dificultades que ello entraña.
¿Incidirás nuevamente en el grabado?
Puede, ya sabes que a los pintores nos gusta cambiar y aunque en pintura todo está "inventado", siempre intentamos innovar sin olvidar nunca que "la recerca" es complicada.
De ti se ha dicho que te ha faltado "una empenteta", que eres uno de los mejores pintores menorquines pero no eres conocido al nivel que deberías serlo.
Puede que ello se deba a que "rompí" con el realismo, pero he ido haciendo lo que quería hacer, para mi lo importante era sentirme a gusto, trabajar con ilusión y con aquellos materiales que yo mismo "creaba" porque no creo en el "arte efímero", creo en la obra bien hecha, que perdure y tenga calidad.
¿A qué pintores admiras?
A los impresionistas, a Van Gogh, sus colores me apasionan, también a Sorolla, al igual que a todos los que han quedado en la historia del arte como Velázquez y otros muchos.
Y de los menorquines?
No me gusta dar nombres porque siempre dejas a alguno sin mencionar, sin embargo te citaré a tres "maestros" a los que nadie pondrá en tela de juicio, y estos son Pepe Torrent, Vives Lull y Matias Quetglas.
Para ti, ¿qué es pintar?
Tener la satisfacción de hacer algo que quede como símbolo de tu paso por el mundo, es una aportación de tu propia vida. También es un acto muy íntimo, muy personal.
Algo que queda como una vivencia.
Sí, como una vivencia de tu forma de ver e interpretar la realidad. En ocasiones también pienso que el pintar es ofrecer "un equilibrio de fuerzas".
¿Externas e internas?
Ambas, porque en un cuadro hay mucho de interno y también de externo.
Menorca ¿es un buen escenario para el pintor?
Un escenario maravilloso y variado, campo, playas, litoral, luces y sombras … confiemos en que no la estropeen más de lo que ya lo está.
S'Ullastrar, ¿qué te sugiere?
Toda clase de adjetivos, maravilloso, único... un lugar "mágico", pero ya no es aquel caserío de antaño, en que con mi cámara fotográfica intentaba captar, ahora aquellas casitas siempre encaladas han perdido parte de su encanto, ahora muchas de ellas tienen un seto protector y su piscina y aquellos campesinos con los que el charlar era un gozada han desaparecido, ahora son otros "inquilinos", menos enraizados con nuestra tierra.
¿También fotógrafo?
También, adquirí hace muchos años una cámara fotográfica que me ha sido muy útil como soporte para mis cuadros y como fotografía pura. Hoy en día en fotografía se pueden hacer auténticos "milagros".
Tampoco conocía esta faceta tuya. ¿Has pensado en realizar alguna exposición?
Pocas, la más importante fue una que presenté en la Sala de exposiciones de "Sa Nostra", aquí en Ciutadella, pero de esto hace ya algunos años.
Por lo que me dices la fotografía es una de tus aficiones, ¿tienes otras?
En lo referente a la fotografía añadiré que comencé en los años 60 para tomar "notas" para mis cuadros, porque desde la vertiente de Bosch mis preferencias iban directamente a la naturaleza, solía decir que era un "acto íntimo de enamoramiento" entre "sa natura i jo". En cuanto a otros aficiones apuntaré que el canto es una de ellas, tengo infinidad de romanzas y óperas que escucho con bastante frecuencia.
¿Has practicado algún deporte?
En cierto tiempo practiqué la halterofilia pero en plan "casero", la natación también me ha interesado, hacía "molt bones nedades" y, en ocasiones tenía un "compañero" muy especial, el sacerdote don Josep Salord i Farnés.
La escultura, ¿te ha atraído?
No, nunca me ha interesado, me refiero a dedicarme a ella, pero la considero como una modalidad artística de gran valor.
¿Lees?
Bastante, por lo general me decanto por los temas relacionados con el arte. Leo pocas novelas, algunas de Pau Faner y de otros autores menorquines, pero no es un género que me atraiga.
Volviendo a la pintura, me has insinuado un "secreto" muy especial.
La memoria, hay infinidad de recuerdos que permanecen en mi mente y que afloran a la hora de pintar. Mira esta foto, es del cuadro del que hemos hablado, el del premio que tú consideraste que era "fabuloso", el mantel de la mesa, sus puntillas, son un "reflejo" de las que yo contemplaba cuando servía la misa, en Sant Françesc, a don Jaime Gener … tú también recordarás los manteles que cubrían los altares, siempre impolutos y planchados. Al pintar el cuadro, directa o indirectamente los recordé, con sus pliegues, sus puntillas, su blancura.
Crisis va, crisis viene, ¿crees que dejará huella?
Lo importante sería que nos hiciera reflexionar. Por lo demás los profanos no sabemos a qué atenernos dado que las informaciones que nos llegan son confusas y variadas … reflexionar para tomar otro camino más humano y menos mercantilizado debería ser el objetivo que nos trazáramos para un futuro mejor.
¿Los políticos están por la labor?
Es como en todo, los hay que sí mientras que otros solo se preocupan de aumentar sus dividendos olvidándose de que están al servicio del pueblo.
Aquí, en Menorca, ¿se puede vivir de la pintura?
A los 34 años tomé la decisión de vivir profesionalmente de la pintura y he ido capeando el temporal sin grandes alardes pero consecuente con la decisión que asumí.
¿Crees que las administraciones deben apoyar el arte?
Sí, como también deben hacerlo con la sanidad, los servicios sociales y la cultura; no es que el artista deba vivir a costa de las administraciones sino que estas les apoyen en multitud de cosas como es en la organización de eventos, exposiciones e incluso premios.
¿Eres hombre de tertulia?
No. Me declaro casero al cien por mil.
El "pulso" que captas de tu pueblo, de Ciutadella, ¿cuál es?
Noto a faltar aquella alegría que se respiraba antaño, cuando la bisutería y el calzado proporcionaban trabajo a todos. Fueron años en que se trabajó mucho pero había alegría, la que proporciona el trabajo.
Hace tiempo que no expones, ¿tienes algún proyecto en mente?
No. Pintar me sigue obsesionando y voy haciendo, lo de exponer no entra dentro de mis actuales previsiones.
Me permitirás que diga de ti que no has sabido promocionarte.
Es una realidad, posiblemente se deba a mi modo de ser, pero, cada uno es como es y en mi caso las relaciones públicas han sido mi talón de Aquiles.
¿Qué le pides a la vida?
¡Imagínate! Salud para poder ir haciendo camino, sin excesivas limitaciones, simplemente manteniéndome dentro de mis "coordenadas".
Un pintor excepcional, de lo mejor, dentro de un "caparazón" de una persona sencillamente humana, cordial, afable siempre.