Dos representantes de la Cofradía de Pescadores de Maó, Josep Quintana y Gabriel Morro, se reunieron ayer con el director insular de la Administración General del Estado, Antoni Juaneda, y los máximos responsables tanto del SEPRONA como de la Guardia Civil para clarificar aquellas cuestiones que en las últimas fechas han generado una importante inquietud en el sector, después de que trascendiera que desde el Govern se están tramitando unos expedientes por incumplimiento de las normativas que rigen la práctica de estos profesionales del mar.
Tras el encuentro, ambas partes reconocieron que se había producido una cierta confusión, malentendidos derivados de la normativa y su aplicación, así como sobre las acciones emprendidas por el SEPRONA. Para acabar de cerrar el asunto, en los próximos días se celebrará una nueva reunión, esta vez con la presencia además de las otras dos cofradías de la Isla, Ciutadella y Fornells, y representantes tanto del Consell como del Govern.
Quintana y Morro decían sentirse ayer satisfechos por la reunión, un encuentro que lamentan no se haya producido antes, al inicio de la temporada. No en vano la Cofradía de Maó había pedido una reunión de este tipo al Consell en febrero, sin que obtuviera respuesta. Explican que la normativa es muy amplia y da para diversas interpretaciones. Además dicen sentirse aliviados ya que les han asegurado que las cofradías no están denunciadas (de hecho no disponen de documento alguno que lo acredite, sino que habían sido alertados de ello desde Palma), sino que se han levantado una serie de actas, por las que han sido advertidos.
Antoni Juaneda confirmaba ayer que efectivamente se han denunciado algunos profesionales, pero no las cofradías. "Se han clarificado temas relativos al pesaje y el etiquetado", y es que "el SEPRONA quiere que todo el pescado esté pesado y etiquetado". Los responsables de las fuerzas de seguridad explicaron a los pescadores de Maó que para ello no es necesario contar con un punto de venta directo, que hay sistemas alternativos que permiten incluso descargar en calas alejadas del puerto base, un punto que también había creado cierto resquemor entre los profesionales. La cuestión, dice Juaneda, es que todo esté en orden y se transporten las capturas como es debido. "Incluso se puede solicitar el etiquetado por teléfono". Juaneda agradece que al menos la controversia haya servido para aclarar estos conceptos