El Consell planteará al Ministerio de Sanidad la cesión de uso permanente del Lazareto. El objetivo de la propuesta es que este enclave emblemático para la Isla pueda generar algún tipo de rentabilidad y no se vea abocado al abandono.
Así es como el Consell está barajando posibles alternativas para un patrimonio que es de titularidad estatal pero que se encuentra anclado en la Isla. En este sentido, el Ejecutivo insular pretende abordar con el Ministerio de Sanidad el futuro de la gestión de la infraestructura. En el supuesto de que el Ministerio acepte la propuesta, el Consell buscará la fórmula más adecuada para abordar la explotación de la infraestructura.
Esta petición que pretende plantear el Consell a la titular estatal de Sanidad surge a raíz del cierre de las instalaciones tras muchos años de albergar a unos pocos funcionarios del departamento sanitario. La medida atendía a la política de recortes del Ejecutivo de Mariano Rajoy en materia sanitaria con el fin de garantizar la sostenibilidad del sistema de salud a partir de una mayor racionalización del gasto y una mayor eficiencia en la gestión de los servicios públicos. A pesar de esta decisión estatal, el Consell no está dispuesto a desperdiciar un enclave tan emblemático para la realidad isleña.
La consellera de Bienestar Social y Juventud y presidenta del Consell Rector de la Escola de Salut Pública de Menorca, Aurora Herráiz, reiteró ayer, a su vez, la necesaria continuidad de la Escola de Salut en Menorca y en el Lazareto y, por tanto, el compromiso del Consell de seguir trabajando para que "esta oferta formativa siga desarrollándose, y lo haga en la Isla y en el enclave sanitario".
En este sentido, Herráiz reivindica "para quienes piensan que el Consell y el Govern no son conscientes de la importancia de este recinto del siglo XVIII, mi compromiso de hacer comprender al Ministerio lo necesario que es para Menorca y para la Escola de Salut Pública seguir contando con este enclave". Por su parte, la consellera de Cultura y presidenta del Institut Menorquí d'Estudis, Maruja Baíllo, mencionaba las "dificultades" con las que han tenido que lidiar los responsables de la coordinación administrativa del evento sanitario. Entre ellos, destacaba problemas para botar la embarcación que permanecía varada y que era "imprescindible" para el desarrollo de la Escola.
Por todo ello, la consellera, Aurora Herráiz, y el presidente, Santiago Tadeo, han solicitado una reunión con la ministra de Sanidad, Ana Mato, en la que pretenden trasladar estas peticiones además de entregar un documento con los resultados de la Escola de Salut para que conozca de primera mano la importancia de esta oferta académica de "altísimo nivel académico y punto de referencia para los profesionales del sector de la salud pública". La fecha de celebración de esta cita aun resta por confirmar.
La 'escola' goza de salud
La XXIII edición de la Escola, que se clausura hoy, ha reunido unos 550 participantes (cincuenta de ellos pertenecientes al programa de formación europeo en epidemiología) en un contexto de dificultades económicas. La directora académica, Marisa Rebagliato, aseguró ayer que la oferta académica "está sana" y tiene "mucha fuerza". A pesar de haber registrado una participación menor que en años anteriores, Regabliato asegura que el balance es muy positivo puesto que la pérdida de inscritos "ha sido poco significativa", se ha mantenido el nivel académico y ha reunido de nuevo ponentes y participantes de procedencia muy diversa. A su vez, destacaba que "durante las 23 ediciones hemos pasado por diferentes situaciones y con el esfuerzo colectivo el encuentro siempre ha salido reforzado". También incidió en que "La Escola está ligada al Lazareto y vamos a luchar para que el evento continúe". Por su parte, tanto el director del departamento de Enfermería y Fisioterapia de la UIB, Antoni Aguiló, como el director de la Escuela Nacional de Sanidad, Luís Guerra, se comprometieron a mantener su colaboración con la Escola. Asimismo, Aguiló se ofreció a colaborar de una forma más proactiva ofertando encuentros desde su departamento y animó a que las instituciones apuesten por potenciar esta actividad como un producto turístico de calidad. Luis Guerra destacó el "clima educativo" de la oferta académica y el entorno físico, dos aspectos que conviven durante varios días con una notable participación. "Debemos ser lo suficientemente valiosos para buscar oportunidades y aprovecharlas", concluía.