Afortunadamente la crisis no se ha llevado por delante algo tan esencial como la solidaridad y aún son muchas las personas que siguen aportando su tiempo y su dinero a quienes necesitan ayuda. El torneo de golf celebrado ayer en Son Parc en favor de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Balears (ASPANOB) fue buena prueba de ello. Los organizadores, el Club de Golf Son Parc y Golf Son Parc Menorca, juntamente con el Club de Masones y Autos Gregal de Maó hicieron entrega al presidente de ASPANOB en Balears, Jaime Coll, de talón de mil euros una vez finalizado el torneo.
La competición reunió a primera hora de la mañana a 54 jugadores de golf que disputaron sus respectivos encuentros bajo la modalidad stableford individual. A ellos se sumaron posteriormente 12 niños que también participaron en una zona de prácticas habilitada para ellos. Pasadas las 14.30 horas se procedió a la entrega de trofeos y al sorteo de regalos a los participantes en la rifa solidaria.
Pisos de acogida
El presidente de ASPANOB, Jaime Coll, tuvo palabras de sincero agradecimiento por el apoyo recibido. "Lo que se valora más que la cantidad recaudada es la intención. Se ha implicado mucha gente y eso siempre es muy positivo", explicó. La prioridad de la entidad es mejorar la calidad de vida de los niños enfermos y de sus familias, por eso la mayor parte de la ayuda que recauda ASPANOB va destinada al mantenimiento de los cinco pisos de acogida que actualmente gestiona (tres de ellos están situados en Mallorca y dos en Barcelona) y en los que a fecha de hoy "residen" 32 personas (20 en Mallorca). "En ellos no sólo acogemos a niños con cáncer. Si alguien nos pide una habitación vacía para otro enfermo desplazado también ayudamos. Intentamos llenar siempre las habitaciones", aseveró Coll, quien comentó que el gasto mensual de mantenimiento de un piso ronda los 1.500 euros. "Es mucho dinero. Es un servicio que tendría que dar la Administración, pero a falta de ello, estamos nosotros".
No obstante, la asociación recibe anualmente ayudas de la administración autonómica, del Consell y de los ayuntamientos, pero el futuro de la entidad depende cada vez más de que estas aportaciones públicas lleguen a su debido tiempo, circunstancia que no siempre se produce.