Jaume Mascaró Florit (Ferreries, 1943) ha sido durante años testigo directo de la transformación del sistema educativo. Ha escuchado de primera mano las principales preocupaciones del profesorado y ha visto crecer el libro de texto como un fenómeno que en su día significó la modernización en los centros. Una manera de transmitir el conocimiento que, dice, cambiará más pronto que tarde. El papel dará paso a la tableta o al ordenador portátil en todas las aulas.
Tres décadas en el Grupo Santillana lo avalan como voz autorizada para disertar sobre el ámbito editorial, en general, y de los materiales didácticos, en particular. Profesor, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, sociólogo y editor, su periplo profesional se ha sucedido dentro y fuera de nuestras fronteras. Vivió y contribuyó al desembarco del libro de texto de Santillana en el extranjero como asesor de proyectos educativos en Estados Unidos, Portugal, Colombia, Bolivia, México, El Salvador o Brasil.
Trabajó en la multinacional -una de las empresas líderes en ediciones escolares y generales de nuestro país-, como director de Cooperación Técnica (entre 1980 y 1988); director de Ediciones de España (1988 y 1997); y director de Investigación y Proyectos del Grupo hasta 2010. También ha impartido cursos de formación para editores en Argentina, Puerto Rico, Perú, Venezuela, Colombia, Brasil, Portugal y España.
Mascaró recibe amablemente a "Es Diari" en su domicilio de Cala Galdana, del que disfruta siempre que puede. Desde que se jubilara su vida transcurre a caballo entre Madrid, donde reside desde su juventud, y Menorca.
Dos años en TVE
El editor despereza las primeras horas de la mañana de un sábado borrascoso con una anécdota. Mucho antes de fijar su posición laboral en Santillana y tras pasar unos años en Inglaterra -donde fue director de un colegio español-, se sumó al equipo del periodista Ramón Sánchez Ocaña como guionista del programa "Horizontes". "Trabajé dos años en Televisión Española para este espacio divulgativo donde se me encomendó escribir sobre reportajes de ciencias sociales", relata. Un breve viaje laboral en la pequeña pantalla que le permitió hacerse eco de los inicios de la Enciclopèdia de Menorca. "Sugerí hacer un reportaje al respecto. Conté con la coordinación de Josep Miquel Vidal y me acuerdo que intervenía Joan F. López Casasnovas", explica. Era junio de 1980 cuando el programa de la segunda cadena de TVE filmó en la Isla una serie de tres entregas sobre la Enciclopèdia de Menorca y sus autores que emitiría en septiembre y octubre de ese mismo año. "Lo más curioso del reportaje es que lo dirigió José Luis Cuerda ("La lengua de las mariposas", "Amanece, que no es poco", "La educación de las hadas", "El bosque animado"). Siempre que me lo encuentro, me dice: "Menorca fue mi primera película".
La conversación deriva de inmediato en su quehacer para el Grupo Santillana. El primer cometido de Mascaró en la sede madrileña de la firma fue coordinar las ediciones autonómicas que para entonces comenzaban. "Montamos una red para hacer entrevistas al profesorado con el fin de que nos transmitieran qué les gustaba y qué no de los materiales didácticos, porqué un libro bueno es el que un docente dice que es bueno".
Mascaró se mantiene firme en la idea de que el libro de texto es un pilar básico del sistema educativo. "Cuando yo era director editorial solo había un 5 por ciento que no lo utilizaban". Cuestionado por el papel en las aulas de los nuevos soportes digitales no tiene la menor duda de que las nuevas tecnologías impondrán su supremacía, si bien apunta dos problemas importantes: Por una parte, la fuerte inversión económica que ello requiere; y por otra, el paso del modelo de aprendizaje de expositivo (libro de texto) al de búsqueda e investigación del conocimiento mediante el sistema interactivo.
Hasta hace un año el editor ha ejercido de enlace directo de la Fundación Santillana con el director del Informe PISA (siglas que aluden en inglés al Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el alemán Andreas Schleicher. "He viajado con él por toda América y le he acompañado en sus conferencias, así que conozco muy bien la situación de España en el ámbito educativo con respecto a otros países".
El pelotón del informe PISA
Los últimos resultados del famoso informe, los de 2009, -recuerda- ubica a nuestro país a la cola. "Podríamos utilizar el símil de una carrera ciclista. En primer nivel se sitúa la ciudad de Shanghai, seguida de Finlandia, Hong Kong, Corea del Sur... Y en el pelotón estamos nosotros, concretamente en el número 33 de un total de 65 países. Es decir, continuamos a la cola", lamenta. "Personalmente creo que uno de los principales problemas del sistema educativo español es que no forma un grupo de gente muy bien preparada, no disponemos de un grueso de alumnado sólido y potente", afirma quien defiende la rigurosidad absoluta del informe.
La diferencia -prosigue- la hallamos en Alemania. Cuando se publicaron los mediocres resultados de sus estudiantes en el primer informe PISA, comenta Mascaró que "el país sufrió una auténtica conmoción". "Se sucedieron los debates para analizar el por qué de esos resultados y se adoptaron nuevas medidas educativas en busca de soluciones".
"no progresamos"
En este sentido, y frente al caso de otras naciones que no dudan en ponerse las pilas para plantarle cara al fracaso en PISA, cuestionado por el estancamiento de España en este ámbito, no vacila ni un ápice cuando dice que aquí la educación "está ideologizada, es un campo de batalla. La prueba es que cada Gobierno que sube cambia las leyes al respecto. No nos ponemos de acuerdo en nada y hemos sido incapaces de hacer un pacto educativo. Está claro que no progresamos".
Aun así, Jaume Mascaró se agarra al optimismo, aunque cuando repasa mentalmente las cifras los números cantan. "Tenemos casi un 30 por ciento de alumnos con fracaso escolar en la ESO; una carencia enorme de titulados en educación postsecundaria que repercute directamente en nuestra economía y un excedente de licenciados universitarios. En 20 años no hemos conseguido resolver el tema de extender la educación hasta los 16 años. No hemos sabido proporcionarles recursos a los más jóvenes", argumenta.
A consecuencia de ello es inevitable hablar de la llamada Generación Ni-Ni. "Ya rondamos casi los dos millones de jóvenes de entre 15 y 29 años que ni estudian, ni trabajan. Pero está claro que este no es solo un problema del sistema educativo, sino también del sistema productivo que no crea los puestos de trabajo que debería de crear. Hay un desajuste claro entre ambos sistemas", dice. Una situación que se agrava con la crisis económica.
La charla con el avezado editor concluye con un entusiasta repaso a su experiencia directa en América Latina donde, afirma, "la pobreza siempre está delante y la educación no es lo suficientemente potente como para romper la desigualdad social tan tremenda que existe". A modo de ejemplo, cita cómo en Brasil la escolarización obligatoria no se aprobó hasta el año 2000.
Tres décadas de intensa vida laboral en Santillana dan para mucho. Además de viajar, hoy Mascaró ocupa su tiempo de retiro en leer, "sobre todo libros de Historia"; en disfrutar del arte, otra de sus aficiones, de Menorca con la llegada del buen tiempo y del "tapeo" más castizo, pues no cabe decir que después de tantos años se siente como un madrileño más.