Algunos lectores nos han pedido una explicación sobre el reducido tratamiento informativo que hemos dado en 'Es Diari' al tema de la posible incompatibilidad del conseller Fernando Villalonga. Intentaré explicarlo.
Se ha organizado una auténtica operación de derribo del conseller de Economía, Medio Ambiente y Caza. Es evidente que Fernando Villalonga tiene enemigos que han aprovechado todos los medios a su alcance para conseguir su renuncia o cese del cargo de conseller. Y todavía es posible que lo consigan. 'Es Diari' no ha querido sumarse a esta dinámica y creo que el informe de la secretaría ratifica lo acertado de la decisión. Nuestro medio no se presta a participar en campañas en contra de una persona, sea o no cargo público.
Las informaciones no se miden por su peso sino por su calidad. Sobre la operación Villalonga, cabe hacer una pregunta inicial: ¿se ha beneficiado personalmente este conseller del cargo que ocupa? No consta ni un indicio en este sentido. Por tanto la cuestión central es si el hecho de ser propietario de cuatro embarcaciones de pesca y socio de un restaurante, lo cual consta en el Registro de Intereses del Consell, es compatible con el puesto de conseller que gestiona el área de pesca. Aunque las barcas estén ahora a nombre de su mujer es evidente que sigue siendo "el propietario" y que con este traspaso no pretendía ocultar nada -sería un iluso- sino cumplir unas normas.
¿Qué ha dejado claro el informe de la secretaria? En primer lugar, que Fernando Villalonga incumplió las normas sobre incompatibilidad en el inicio de dos expedientes, uno a una embarcación de su esposa y el otro al socio de su restaurante. Debía haberse abstenido. Después se inhibió de la resolución de los mismos. Es decir, se dio cuenta de que se había equivocado. Pero, vamos a ver. ¿De qué van estos expedientes? No se trata de dar una licencia a escondidas, una subvención, o cualquier otro trámite para "favorecer a los suyos". Se trata de firmar el inicio de dos expedientes sancionadores para imponerles una multa por incumplir las normas. Lo realmente grave habría sido que estos expedientes no se tramitaran y que la esposa y el socio de Villalonga no fueran sancionados si corresponde que lo sean. Estas son las "cuestiones concretas" que trata el informe de Secretaría. Yo creo que si lo más grave que ha hecho Villalonga ha sido abrir un expediente para multar a su mujer, el "caso" tiene el peso de la paja. Que el presidente le imponga la sanción que corresponda por el error y listo.
En segundo lugar, la secretaria aconseja un informe del Consell Consultiu de Balears sobre la incompatibilidad general del conseller, como responsable del área de pesca, al ser titular de los roles de las embarcaciones que están a nombre de su esposa y, al tener por tanto, un interés económico directo en un área que gestiona. La polémica sobre la compatibilidad de Villalonga no es algo nuevo que se haya descubierto gracias a la investigación periodística, o un secreto que ha desvelado una fuente que se oculta tras los titulares. Es algo que se produjo el mismo día en que el presidente del Consell le asignó el área de pesca. Esta cuestión general y antigua es un tema y los motivos del acoso actual a Villalonga es otro distinto. Conviene diferenciarlo para comprender las causas y sus consecuencias.
En mi opinión, el presidente del Consell, Santiago Tadeo, no debería tener ahora dudas sobre la compatibilidad de Villalonga. Si las tiene es que ha cometido un error. Cuando le asignó el área de pesca ya conocía su actividad empresarial, que nunca se ha escondido, y por tanto los intereses directos en el sector que iba a gestionar. Entonces debía confirmarse la compatibilidad. Ahora no sería necesario pedir el asesoramiento del Consell Consultiu, en el marco de la campaña de acoso informativo al conseller. Quienes han urdido la operación Villalonga han sabido intuir que Tadeo tenía un talón de Aquiles, un conseller con intereses económicos evidentes y conocidos en el área en la que toma decisiones.
Existen numerosos casos de responsables políticos que gestionan áreas en las que pueden tener intereses económicos o de relación de amistad y que sus acciones pueden ser interpretadas en función de estas circunstancias. Lo importante realmente es si las decisiones que adoptan cumplen con las normas o se desvían de las mismas con un trato preferente. Y si gestionan con honestidad.
El sector de la pesca no es una balsa de aceite. Las polémicas sobre el cumplimiento de las normas, las denuncias de los inspectores y las multas son frecuentes. Que el conseller que tiene las funciones delegadas de tramitar y gestionar las ayudas cofinanciadas con la Unión Europea o con el Estado y de sanción e inspección en materia de pesca, tenga intereses directos en el sector es una garantía de dificultades añadidas. Analizado con lupa, en una polémica como la que se ha creado sobre su compatibilidad, Villalonga tiene todas las de perder.
Así, es posible que la operación Villalonga, que sigue en marcha, tenga éxito y quienes la han urdido consigan su objetivo de apartar al conseller del cargo. Habrá quien ,erróneamente, lo interprete como una forma de dignificar la política. También habrá quienes exhiban la medalla de ese éxito. Es un premio al que este medio no aspira. Y mientras, a esperar la lluvia.