El proyecto del mejora de la carretera general en el tramo entre Maó y Alaior contempla que las rotondas con pasos subterráneos se construyan con estructuras tipo cajón, lo que supone un menor impacto ambiental, así como un menor coste de los trabajos. El conseller de Movilidad y Proyectos, Luis Alejandre, señaló ayer que este tipo de glorietas inferiores, similares a la del paso de Cala en Porter ya existente, reducen la intervención en el territorio.
El responsable insular admitió algunos errores a la hora de transmitir el proyecto y, en esta línea, aseguró que a pesar de que sobre el papel las actuaciones puedan parecer "impactantes", la realidad demostrará que el impacto sobre el territorio será mínimo. "Las imágenes traicionan", remarcó Alejandre, quien precisó que los pasos inferiores tipo cajón permitirán también aprovechar el desnivel propio de la topografía del tramo entre Maó y Alaior, donde hay gran número de cambios de rasante.
El director insular del departamento, Bartomeu Martí, matizó que este tipo de actuación es además más económica puesto que, tal y como explicó, no serán necesarios los vertidos de tierras en el vertedero o las aportaciones de este material.
Asimismo, la construcción de pasos inferiores para permitir los giros a la izquierda en el tramo entre Maó y Alaior (existen 61 entradas a propiedades privadas contabilizadas) permitirá mantener el eje troncal de la carretera general. Martí ejemplificó las actuaciones previstas con el paso de Cala en Porter, en Alaior, donde según remarcó, no se pierde ninguna percepción visual. "Los conductores no se dan ni cuenta de que hay otros vehículos circulando por debajo", arguyó.
Alegaciones
Durante el proceso de exposición pública se han presentado treinta alegaciones al proyecto de mejora del tramo Maó-Alaior, quince de las cuales corresponden a particulares y tiene relación, en su mayoría, con errores en las mediciones en las expropiaciones y con la necesidad de respetar los accesos a algunas fincas.
Por su parte, los grupos políticos PSM-Més per Menorca y PSOE también han registrado alegaciones, así como la organización Joventuts Socialistes, tal y como informó ayer Alejandre. Del mismo modo, tres empresas (Nexus, Antoni Palliser y Menorquina de Contratas) también han presentado enmiendas, así como la Associació de Veïns de l'Argentina que, entre otras propuestas, ha solicitado la ubicación de una parada de autobuses en la entrada del núcleo, una alegación que comparten con el GOB y que el Departamento de Movilidad y Proyectos tendrá en cuenta. También se respetará la propuesta de la organización ecologista de conservar los portillos en los caminos de acceso para permitir el paso de animales.
Sin embargo, el Consell no contempla cambios que impliquen mantener los giros a la izquierda puesto que, como reiteró el conseller, la Ley de Carreteras no permite este tipo de giros en las vías que superen una intensidad media diaria de 5.000 vehículos, como es el caso de la carretera general.
Por su lado, sí ha dado luz verde a las peticiones de los ayuntamientos de Alaior y Maó. En concreto, el equipo de gobierno liderado por Misericordia Sugrañes solicitó al Consell la construcción de una glorieta que facilitase la salida de vehículos del Polígono Industrial y, por su parte, Maó reclamó la inclusión de una rotonda en la curva de Sa Dragonera.
"Hemos estudiado las alegaciones a fondo, una por una", precisó Alejandre. No obstante, será finalmente el ingeniero encargado del proyecto, Rodrigo del Pozo, quien analizará todas las propuestas y modificará el proyecto para adaptarlo en la medida de lo posible. "En un mes o mes y medio estará listo", auguró el responsable de Movilidad y Proyectos.
Respuesta
Por otro lado, Alejandre respondió ayer a las críticas del Colegio de Arquitectos y de Ingenieros Industriales acusando al colectivo de pretender confundir a la sociedad. "Los arquitectos se están metiendo en el territorio de los ingenieros de caminos", lamentó el conseller, quien matizó que su principal objetivo es "hacer lo mejor para Menorca y para los menorquines".
El responsable insular puntualizó que este proyecto pretende modernizar la carretera menorquina a un periodo vista de veinte años, una filosofía que se contempla en el convenio de carreteras firmado en 2007 entre la por entonces presidenta del Consell, Joana Barceló, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, por un valor de 67,8 millones.