La pasada campaña de Navidad no ha dejado los resultados esperados y el futuro más próximo se vislumbra muy complicado. Ante esta situación, que se ha agravado tras la implantación de nuevas grandes superficies, el presidente de la Cofradía de Pescadores de Maó, Pito Quintana, no tiene previsto quedarse de manos cruzadas y, en esta línea, confirmó a este periódico que se están estudiando medidas para luchar contra la caída de las ventas de pescado fresco en la Isla.
El patrón mayor no quiso avanzar más detalles sobre las posibles actuaciones que se pretenden llevar a cabo, aunque precisó que ya se han convocado reuniones con representantes del sector y, en esta misma línea, Quintana se pondrá en contacto en breve con el resto de cofradías de Menorca para hacer un frente común.
"Intentaremos luchar legalmente para defender nuestro producto que, además, tiene una calidad muy superior. Vamos a jugar fuerte", subrayó el presidente de los pescadores mahoneses, quien hizo hincapié en los problemas con los que se encuentran a la hora de vender el pescado, una realidad que se complica todavía más teniendo en cuenta el elevado precio del combustible. "La mayoría de las jornadas no vendemos todo el pescado que tenemos y, por ello, ya intentamos no capturar especies que no tienen tanta salida, como el 'gerret' o el 'sorell'", indicó Quintana.
Del mismo modo, el presidente de la Cofradía de Pescadores de Ciutadella, Josep Caules, confirmó que las ventas en el Mercat des Peix del municipio de Ponent también han perdido fuelle. A pesar de no contar con cifras concretas, el patrón mayor puntualizó que este descenso se viene produciendo desde hace algunos años, mientras que las capturas se mantienen, con excepción de la langosta, que el año pasado sufrió un descenso de cerca del 25 por ciento.
trabajo conjunto
Caules se mostró dispuesto a trabajar conjuntamente con el resto de cofradías de la Isla para intentar poner freno a esta tendencia, aunque hizo especial hincapié en la necesidad de que las posibles actuaciones impulsadas desde el sector vayan acompañadas de medidas adecuadas por parte de las administraciones .
"No se hace lo bastante para romper esta dinámica y, cada vez, los pescadores nos encontramos con más trabas y dificultades", espetó. En este punto, el patrón mayor de la Cofradía de Ciutadella apuntó la posibilidad de llevar a cabo actividades encaminadas a potenciar las costumbres sanas y campañas de promoción del pescado autóctono.
Aumento de costes
Caules también se refirió al aumento del precio del combustible y, en general, al incremento de los costes de las empresas pesqueras que, sumados a las dificultades para capturar y vender el producto, darán lugar a un descenso de la flota menorquina. "Si las cosas continúan así, muchos pescadores se verán obligados abandonar porque no tendrán beneficios suficientes", manifestó. El presidente reconoció que el del pescador es un oficio sacrificado y lamentó que no haya un relevo generacional que augure una continuidad.
"Es preocupante porque, a la larga, quedarán cuatro pescadores", aseveró Caules, quien no quiso dejar pasar la oportunidad de lanzar un mensaje esperanzador a sus compañeros del sector. "Todos hemos de realizar los esfuerzos necesarios para no dejarnos llevar por el pesimismo", enfatizó.
Aunar esfuerzos
Del mismo modo, el presidente de la Cofradía de Pescadores de Fornells, Aleix Riera, explicó que los pescadores están preocupados por la situación y, por ello, reclama la necesidad de que los tres colectivos menorquines aúnen esfuerzos.
"Hemos de ponernos en marcha para buscar una solución", opinó el representante de los pescadores, quien señalo que las embarcaciones no pueden salir a pescar más de tres días semanales porque no hay mercado suficiente para dar salida al producto. La subida del coste del combustible ha empeorado la situación pero los pescadores están obligados a mantener los precios puesto que, en caso contrario, las ventas descenderían todavía más.
Riera consideró que la tendencia a la baja de las ventas se ha agravado tras la irrupción de grandes superficies que, según dijo, ofrecen pescado a precios muy económicos. Sin embargo, defendió que en el Mercat des Peix de Maó, donde él mismo dispone de un puesto de venta, se puede encontrar productos como "ratjada" y "gerret" a bajo coste. No obstante, reconoció que las dificultades para aparcar en el casco urbano suponen un handicap a la hora de atraer clientes.
En relación a las medidas a tomar, el presidente de la Cofradía de Pescadores de Fornells apuntó la necesidad de llevar a cabo campañas de promoción y recordó que, por ejemplo en Mallorca, se realizan actividades para impulsar el consumo de pescado en las escuelas.
Por otro lado, Riera denunció que embarcaciones procedentes de Mallorca pescan en aguas menorquinas sin que la administración tome cartas en el asunto.