El trágico fallecimiento de Joan Mascaró supone la pérdida de un empresario emprendedor del sector del calzado al tiempo que personaje fundamental en la historia contemporánea del Club Esportiu Ferreries, que se escribe a partir de su aportación durante los últimos casi treinta años.
Joan 'Pipo' Mascaró fue abanderado del negocio familiar 'Zapatillas Ferreries' creado por su propio padre, Antonio, y su tío, Pedro. La empresa prosperó hasta transformarse en Calzados Ferreries, de la que se hizo cargo definitivamente el empresario fallecido en 1980 mientras que la otra rama familiar creaba la firma Jaime Mascaró SA. Joan se mantuvo al frente de Calzados Ferreries hasta que cumplidos los 60 años optó por un dulce retiro de la actividad empresarial.
En estas tres últimas décadas 'Pipo' Mascaró ocupó la presidencia de la entidad azulgrana en tres etapas distintas, la primera, entre 1986-87, la segunda entre 1997 y 2001 y la tercera, la más reciente, entre 2007 y 2010.
La vinculación del empresario con el club de su ciudad arrancó como jugador a muy temprana edad aunque ya con 16 años vestía la camiseta del primer equipo. Solo tras anunciar su retirada, a los 29, aceptó prolongar su carrera deportiva una temporada más en las filas del CD Migjorn.
En seguida comenzó su etapa como entrenador en categorías menores hasta tomar las riendas del primer equipo en la categoría Regional. En su haber técnico destaca por encima de todo el primer e histórico ascenso del club a la Tercera División en la temporada 1982-83 que supuso para Ferreries un acontecimiento social de primer orden, convenientemente celebrado a la llegada del equipo procedente de Eivissa donde había ganado el salto a la Tercera División.
Tras dejar los banquillos poco después asumió, por primera vez, la presidencia del club sustituyendo a José Allés. Lo hizo con su entusiasmo habitual aunque apenas un años más tarde dimitió del cargo al entender que el club no estaba en disposición de mantener al primer equipo en Tercera División y asumir el ascenso del primer equipo de la sección de baloncesto a la Liga Balear.
Tras la gestión de Manolo Monerris, en 1997 volvió a ocupar la presidencia ante la ausencia de candidatos al cargo. Y su tercera irrupción en la poltrona de la entidad llegó en una situación similar una vez concluyó el mandato de Nito Coll. Pipo Mascaró volvió a dar un paso al frente en 2007 y lo concluyó en 2010 tras la dolorosa desaparición de su esposa. En esta tercera etapa el presidente impulsó la construcción del bar y las nuevas oficinas del club en el campo de Sant Martí, además de iniciar la creación de una estructura profesional, como era su objetivo con la contratación de un director deportivo a dedicación exclusiva. De ella surgieron, consecutivamente el ascenso del equipo juvenil, por primera vez, a la Liga Nacional, y un año más tarde, el esperado retorno del primer plantel a Tercera. Dejó la presidencia poco antes del verano de 2010 y fue nombrado presidente de honor por la junta que encabeza el actual mandatario, Mingu Martí.
Golf, tenis ... y cabeza visible de la Associació Històrica del Futbol Menorquí
Joan Mascaró fue un hombre vinculado al deporte no solo desde la prolífica faceta directiva. En su juventud lo hizo al máximo nivel competitivo, como futbolista del club de su ciudad, y a medida que fue avanzando su edad adecuó la práctica a los deportes en los que podía mostrar todavía el espíritu ganador que le acompañó siempre. Así practicó el squash, el tenis y el golf. Fue socio, además del club de su vida, del Sporting Mahonés y Club Tenis Mahón a cuyas directivas estuvo muy vinculado a finales de los ochenta y década de los 90.
En la actualidad presidía la Associació Històrica del Futbol Menorquí en la que se había volcado, a instancias de su impulsor, Paco Perea, para realizar un trabajo de recopilación que ya ha comenzado a dar sus frutos. Su pérdida supone, además, un duro traspiés para esta entidad de nueva creación.
Madridista convencido, Joan Mascaró mantenía una estrecha relación con la familia del exjugador del Real Madrid, Marquitos, y en la actualidad con el exentrenador del Sevilla, Michel González, que había visitado su casa en Ferreries, en varias ocasiones, y al que visitaba con cierta regularidad en la capital de España.