Rafael Miranda Robredo (Burgos, 1949) es ingeniero industrial y preside la Fundación Endesa desde hace tres años. Entró en la compañía en 1987 como director general tras diversas etapas profesionales en varias empresas españolas.
Después de una década como director general en la que vivió intensamente la privatización y liberalización del sector energético y consiguió expandir internacionalmente la eléctrica, Miranda se convirtió en consejero delegado de la compañía, cargo que ostentó hasta 2009. Ayer le impusieron la Gran Cruz de Isabel la Católica al mérito civil, motivo por el cuál tuvo que anular su asistencia a la inauguración de la iluminación de la iglesia de Sant Francesc, cosa que le hacía especialmente ilusión ya que es un enamorado de las Balears.
¿En qué ha consistido la colaboración de la Fundación Endesa con la iglesia de Sant Francesc?
Bueno, como ya saben, uno de los fines de la Fundación Endesa es la iluminación del patrimonio histórico-artístico español o de los países en los que la compañía interviene, tanto en España como en Latinoamérica. En Balears ya hemos realizado diversas actuaciones significativas tanto en Mallorca como en Eivissa y en Menorca, recientemente, hemos colaborado con la iluminación de la Illa del Rei.
Aprovechando la circunstancia, y de acuerdo con el Obispado, estudiamos la posibilidad de subvencionar la iluminación de la iglesia de Sant Francesc que finalmente se ha añadido a las mas de 500 iluminaciones de edificios del patrimonio religioso como civil que, como te he dicho, llevamos haciendo a lo largo del mundo. Además, en estos momentos, casi todas estas iluminaciones, se hacen con tecnologías modernas que permiten un menor consumo y una mejora para el medio ambiente.
¿Qué representa para Sant Francesc y para Maó esta nueva iluminación?
Hombre, yo creo que los menorquines van a descubrir una nueva visión de la iglesia de Sant Francesc que hasta ahora no tenían y los visitantes se van a encontrar con un atractivo bello y singular en el paisaje. Estoy convencido que esta zona del puerto de Maó, va a ofrecer un nuevo atractivo. Fíjese que en Latinoamérica, por ejemplo, cuando iluminamos la Catedral de Lima, en Perú, la plaza de Armas congregó más de 60.000 personas alrededor y sigue siendo un polo de atracción.
En febrero de 2012, renovaron su compromiso con la Conferencia Episcopal para la iluminación de catedrales y templos pertenecientes al patrimonio de la Iglesia Católica en España. ¿Cuál ha sido el balance hasta el momento?
Un balance muy positivo que nos ha llevado a iluminar las catedrales y basílicas más importantes de España y deja para estos próximos cinco años de vigencia del nuevo convenio, abarcar el resto de patrimonio religioso menos relevante que pueda quedar. En este sentido, únicamente hemos renovado el acuerdo con la Conferencia Episcopal Española ya que han quedado sin vigencia los convenios de Chile, Colombia y Perú.
¿Qué peso tienen los programas de iluminación del patrimonio histórico-artístico dentro de la Fundación?
Aproximadamente, un 25 por ciento de la aportación total de dinero que destina la Fundación Endesa a sus fines. En este sentido, y hablando con una perspectiva de los últimos tres años que hace que presido la entidad, estamos hablando que el presupuesto total de la Fundación es de seis millones de euros anuales, que son los que la compañía aporta a nuestro balance para que podamos llevar a cabo los fines propuestos en los estatutos. Cabe decir, además, que la coyuntura nos ha conducido a destinar más fondos a fines sociales y de formación que se han convertido prioritarios.
¿Se está refiriendo al Convenio con Caritas Española que se dirige al desarrollo en España de cursos para personas en riesgo de exclusión social?
Va incluso mas allá porque tenemos dos actividades de carácter social que se desarrollan en España y Latinoamérica. Por un lado, como me decía, el programa Endesa-Caritas que se ha traducido, por ejemplo, en una actuación de formación profesional para las Balears que, en este sentido, hemos desarrollado únicamente en Mallorca pero que no descartamos que también se pueda extender a Menorca.
¿En qué consiste?
Ha sido un programa en el que hemos ofrecido una formación básica en electricidad a cien personas para que se pudieran incorporar al mercado laboral y en la medida que hemos podido, hemos intentado buscar que se pudieran incorporar en empresas proveedoras de Endesa. El objetivo es sacar a personas de la marginalidad y formarlas.
¿Y en Latinoamérica?
El segundo proyecto va enfocado a ayudar en el desarrollo de infraestructuras de zonas aisladas del continente con un intervención a 60.000 escuelas que no disponen de luz. El programa se llama "Luces para aprender" y les proveeremos de energía no solo para que puedan estudiar más horas sino también, para que puedan disponer de acceso a internet. Para ello también hemos contado con la colaboración de Telefónica.
¿Qué otros fines persigue?
Bueno, a parte de la iluminación del patrimonio histórico-artístico y la cooperación con iniciativas de carácter social en las zonas de implantación de Endesa, también realizamos la cooperación con el desarrollo cultural en Iberoamérica y otros países. En este apartado, destacaría la labor académica de patrocinio de cátedras universitarias en todo el mundo como la de la Universidad de Georgetown o a nivel nacional, te mencionaría la Cátedra Guillem Casanovas de Geología en la Universitat de Balears.
Además, como compañía que gestiona bienes públicos, estamos obligados por ley en mantener y conservar el Fondo Histórico de Endesa. Esto consiste en el mantenimiento de todo el archivo gráfico, industrial o arquitectónico que disponemos como la conservación de sedes, antiguos grupos electrógenos o en Balears, por ejemplo, tenemos recopilada toda la historia de Gesa.
La Fundación está camino de la mayoría de edad, ¿cuál ha de ser el camino a tomar?
Yo diría que el primer reto es lidiar con las dificultades de la crisis. Todas las instituciones tenemos que recortar y tratar de ser más eficientes porque las empresas, también están sufriendo recortes importantes de recursos. Para ello y dada la coyuntura, tenemos también un segundo reto de enfatizar en los programas sociales, tratando de mantener los fines fundacionales, en un esfuerzo de hacer más por menos.