Desbordados. Así se encontraban la docena de profesionales sanitarios que ayer participaron en la jornada de puertas abiertas en la sede Sine dolore de Maó de la calle doctor Camps.
Especialistas movilizados por la Asociación Española de Pacientes Contra el Dolor se desplazaron a la Isla para visitar gratuitamente a enfermos con dolor.
El éxito de la jornada fue rotundo. En la sede apenas cabía un alma, lo que ocasionó retrasos en las consultas previamente concertadas.
Según el doctor Jordi Moya, responsable de Sine Dolore en Menorca, en horario de mañana y tarde se atendieron alrededor de 120 pacientes a los que tras realizar una primera valoración, se les facilitó orientación sobre su problema, el tratamiento a seguir, incluso se prescribieron algunas recetas y se pusieron algunas inyecciones.
"Otras personas se han marchado con un certificado destinado a su médico de cabecera o especialista con el tratamiento recomendado", explicó. El doctor lamentó profundamente la desesperación con la que algunos pacientes acudieron ayer a las jornadas, angustiados por las listas de espera del IB-Salut o porque su seguro médico no cubre el tratamiento que necesita.
"Hemos grabado con la autorización del paciente testimonios verdaderamente desgarradores de personas a las que no les dan cita en la Seguridad Social, que están esperando desde hace tiempo tratamientos de bloqueo que les alivie el dolor, incluso a familiares tremendamente afectados por el sufrimiento de sus seres queridos", relató el doctor Moya.
"Cuando estas personas ven que alguien les escucha, les da una orientación e intenta aliviarles el dolor, muchas de ellas se emocionan", agregó aún consternado por la intensa jornada vivida.
Y es que el de ayer fue un día especial para Sine Dolore, cuyo principal objetivo era concienciar a la sociedad de la necesidad de alivio y de la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Por eso contó con el apoyo del Colegio Oficial de Médicos de Balears y del Colegio Oficial de Farmacéuticos de las Islas.