El proyecto presentado por Marina Deportiva de Menorca SL para la gestión de los puntos de amarre de la ribera norte del puerto de Maó incluirá, casi con toda seguridad, la alegación presentada ayer por el Ayuntamiento de Maó para la habilitación de dos embarcaderos públicos más en la zona de Cala Llonga que se sumarían a los cuatro ya previstos por la empresa licitante. Al menos la predisposición demostrada por Autoridad Portuaria a la petición municipal apunta en este sentido. Cabe recordar que el proyecto de Marina Deportiva de Menorca SL se encuentra en periodo de exposición pública después de que fuera propuesto desde el Consejo de Administración de Autoridad Portuaria para gestionar en régimen de concesión los amarres de la ribera norte, tras la renuncia de OCIBAR.
De este modo, las seis nuevas instalaciones quedarían repartidas de la siguiente manera: la primera en la entrada de Cala Rata con una afectación de 62 metros cuadrados, la segunda entre Cala Ratolí y la urbanización de Sant Antoni con 30 metros cuadrados ocupados, la tercera frente al edificio Venecia con una prolongación lateral que conectaría con el vial de acceso (87 metros cuadrados) y las tres restantes en las inmediaciones de Cala Llonga.
"Entendemos que con estas sugerencias mejoramos la propuesta inicial", comentó ayer Mateo Aínsa, concejal de Servicios Técnicos de Maó, que reconoció, por otra parte, que la ordenación de Cala Llonga, donde el Ayuntamiento prevé la construcción de los dos nuevos embarcaderos, está "muy bien regulada" después de las inversiones realizadas por OCIBAR, anterior concesionaria de la gestión de los amarres.
Entre los motivos esgrimidos por el equipo de gobierno local para plantear esta modificación del proyecto destacan el orden y la comodidad. En estos momentos, de hecho, no existe en la ribera norte ningún embarcadero de titularidad pública que reúna unas mínimas condiciones de seguridad para la parada estacional de embarcaciones en tránsito.
"Con la remodelación planteada por Marina Deportiva se mejora mucho la imagen y operatividad en la ribera norte del puerto, pero consideramos que con estas aportaciones quedarían más regulados, ordenados y, sobre todo, cómodos los accesos", agregó el concejal. La construcción de un embarcadero lleva aparejada la mejora del acceso rodado, la inclusión de elementos que faciliten la botadura de embarcaciones y la habilitación de puntos de amarre de uso libre para embarcaciones en tránsito.
Estas inversiones representan, no obstante, una pequeña parte de las incluidas en el proyecto presentado por Marina Deportiva de Menorca al concurso convocado por APB. En total, la empresa náutica cifra en dos millones de euros, a ejecutar en año y medio, la totalidad de las actuaciones necesarias para optimizar la gestión de la ribera norte. Entre éstas se incluyen la creación y ampliación de pantalanes, la reparación de construcciones ya existentes, la demolición de muelles y espigones irrecuperables e, incluso, la rehabilitación del edificio Venecia. Para este fin, la empresa ha consignado una partida de 211.000 euros.
Así pues, con una inversión considerablemente inferior a los seis millones comprometidos por OCIBAR y con un canon más ajustado derivado de la reducción de la ocupación de dominio público portuario, que pasaría de 256.000 a 33.242 metros cuadrados, todo apunta a que, de resultar Marina Deportiva de Menorca adjudicataria de la concesión administrativa, los precios por el alquiler de amarres serían, previsiblemente, más atractivos que antes, tanto para residentes como para visitantes.