La concejala responsable de la Policía Local de Ciutadella, Francisca Marqués, emitió ayer una nota de prensa en la que cuestiona la disciplina de los agentes y acusa a los sindicatos de ofrecer una versión interesada de los hechos con el objetivo de poner a la ciudadanía en su contra.
Cabe recordar que la controversia se origina el viernes, cuando los representantes de los trabajadores municipales acusan a la edil de haber ordenado interponer hasta 45 sanciones en un día después de haber sido ella misma sancionada por estacionar de forma indebida en la Costa Marina.
Los sindicatos CCOO, UGT y CSIF acusaron a Marqués de actuar por venganza, llamando reiteradamente a la Policía Local para que actuaran en la zona en cuestión multando a todo vehículo que estuviera mal estacionado. Marqués, que en principio optó por la prudencia, rebatió ayer esta versión de los hechos.
Explica la concejala que efectivamente el miércoles aparcó en un lugar inapropiado de la Costa Marina, aunque ante la multa "mi gesto fue de sorpresa, ya que habitualmente este sitio está ocupado y no había visto que se sancionara, y además el coche de delante, que era el mismo que había cuando llegué, no tenía sanción, a pesar de que gran parte de él estaba también en este espacio".
La concejala asume que pidió explicaciones, y que le parecieron lógicas, "lo que no me pareció tan lógico es que ningún otro vehículo fuera sancionado". Marqués cree que la ley debe ser aplicada a todo el mundo por igual, "si hay cincuenta agentes, no hay cincuenta interpretaciones, solo una. Si la infracción de aparcar en línea amarilla (como es el caso) se debe sancionar sí o sí, no hay medias tintas, y no importe quien aparque, la infracción existe y el riesgo o la posibilidad de sanción también".
Así las cosas, ordenó "una campaña para sancionar a aquellos que no respetaban las normas de circulación y aparcaban mal. Aquí se desató todo". Admite también que realizó un seguimiento telefónico de esta indicación, "pero no por la sanción que se me impuso".
Versión envenenada
Marqués acusa a los sindicatos de ofrecer una "versión envenenada" de unos hechos "que son de difícil justificación". Se refiere a que el lunes se impusieron en Ciutadella cinco multas en todo el día ("con 18 policías repartidos en tres turnos"), el martes fueron cuatro, el miércoles diez incluida la suya, y el jueves llegan las 42 que desatan la polémica, entre ellas diez en la Costa Marina. El viernes fueron quince.
Francisca Marqués ironiza al respecto. "Una de dos, o hasta ahora, hasta el día 14, no había incumplimientos y tenemos unos ciudadanos ejemplares o, de repente, la gente se pone las pilas". Se muestra decepcionada por lo que entiende como un ataque a su imagen.
Y luego vienen las acusaciones. "Si fueran regulares y constantes e hicieran su obligación no se hubiera llegado a este punto, a querer poner contra la pared a la concejala que les pide cuentas de las sus actuaciones porque es su responsabilidad". Marqués acusa a los sindicatos de actuar de este modo "porque su credibilidad está bajo mínimos" y porque las decisiones que afectan a su status laboral "no son de su agrado".
E insiste. "El objetivo de mis llamadas (a la Policía el jueves) era y es valorar el tiempo de actuación y de respuesta ante una petición clara y directa, nunca perjudicar a los ciudadanos". Y concluye, "es cierto que falta disciplina en la vía pública, pero también falta disciplina en los que la aplican y hay que hacer autocrítica y propósito de enmienda", algo en lo que se incluye.