Aventurar pronósticos a dos semanas vista es eso, aventurado, pero lo es menos cuando lo que se conjetura es el resultado de la Semana Santa turística de este año. La gran mayoría de los sectores económicos pronostican que serán pocos los visitantes en lo que anteriormente podía ser el inicio de la temporada turística, y en consonancia, también serán escasos los establecimientos que abran sus puertas coincidiendo con estas fechas. Básicamente, los motivos de este comportamiento son dos. El primero, que este año Semana Santa llega antes que en otras temporadas, y el segundo, que faltan vuelos que permitan a los turistas llegar hasta Menorca.
En este caso, saber cuál de estos dos factores tiene más importancia es casi tan complicado como adivinar si fue antes el huevo o la gallina. Si esta festividad llegara unas semanas más tarde, quizás las compañías aéreas ya habrían implementado algunos de los vuelos que habilitan solo durante la temporada turística. Pero hay quien piensa que aunque Semana Santa se retrasara medio mes o más, la Isla seguiría padeciendo su problema endémico, la falta de vuelos.
"Tenemos pocas conexiones, y las que tenemos están a los precios que están", comenta el presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME), Joan Melis. Explica también Melis que este año no resulta rentable abrir en Semana Santa, porque después hay que mantener abierto el hotel durante una época en que prácticamente no hay turismo, y no es hasta mayo cuando se da por iniciada la temporada turística. "Esta espera se puede hacer muy larga con los hoteles abiertos", concluye.
Mientras serán muy pocos los hoteles que abran estos días, las empresas de alquiler de coches estarán en su mayoría disponibles. Al menos las locales. Así lo asegura la presidenta de la Asociación de Empresas de Alquiler de Vehículos, Joana Capó. Ahora bien, que estén abiertas no significa que vayan a facturar, según admite Capó: "El nivel de negocio será bajísimo, menor que otros años". La esperanza está en el tradicional turista español de última hora, que precisamente en Semana Santa suele esperar hasta el último día para decidir sus vacaciones, explica Capó.
También bastantes restaurantes abrirán sus puertas estos días, asegura Daniel González, presidente de la Asociación de Restauración de PIME. Sin embargo, la situación es prácticamente idéntica a la de las empresas de alquiler de coches. "Abrir, abriremos, pero tenemos muy pocas expectativas", comenta. De hecho, González asegura que "es totalmente comprensible que haya gente que no abra, porque tener todo el mes de abril abierto simplemente porque has querido hacer negocio durante Semana Santa no sale rentable". Para González, el hecho de que haya más o menos restaurantes abiertos durante Semana Santa "no provocará que venga más o menos gente durante esta festividad, y en cambio, los que vengan, seguro que tienen donde elegir".
Para Joan Melis, la Administración tiene la clave para conseguir que más negocios abran sus puertas en Semana Santa, o en fechas anteriores o posteriores a las de la temporada turística alta. "Cuando se tome la decisión de bonificar a las aerolíneas que vuelen en temporada baja y también a las empresas que tengan la valentía de abrir fuera de temporada, entonces habrá quien arriesgue y ponga en marcha su negocio antes de lo que lo hace ahora".
Melis defiende que "esta medida cuesta dinero a la Administración, sí, pero con el empleo que genera y la economía de mercado que mueve, esta inversión se recupera. No solo los empresarios debemos arriesgar".