"Impóngase a Autoridad Portuaria de Balears y párelo". Así, de forma explícita y en sesión plenaria, solicitó anoche Vicenç Tur, portavoz del Grupo Socialista, que el Ayuntamiento de Maó detenga el dragado del puerto hasta que no se encuentre un tratamiento alternativo al vertido controlado para, al menos, el 10 por ciento del material que se extraerá de la rada, una cantidad de entre 15.000 y 20.000 metros cúbicos de lodo que presentan los niveles de contaminación más elevados, según las analíticas realizadas.
Fue en el turno de ruegos y preguntas, casi al término del debate, cuando Tur pidió directamente a la alcaldesa del PP, Águeda Reynés, que haga caso a la movilización ciudadana y "a las 20.000 firmas" recogidas en la plataforma de activismo 'on line' Change.org en lugar de creer en las tesis de Autoridad Portuaria de Balears (APB). También le recordó que el alcalde de Sant Lluís, del PP, "no quiero los lodos delante de su casa".
"Que no nos vuelvan a tratar como tontos, que es lo que les gusta hacer", afirmó el concejal socialista, en referencia al ente gestor del puerto, al tiempo que planteó a Reynés la posibilidad de "una solución que no encarece demasiado el proyecto" y que consistiría en descontaminar los lodos que "dan peores resultados en los análisis" y en los que se hallarían las concentraciones más elevadas de metales, como mercurio, que en su día se vertieron a las aguas del puerto procedentes de la actividad bisutera de la ciudad.
La alcaldesa del PP respondió a la oposición en los mismos términos que al colectivo ciudadano que protesta por el vertido, durante su encuentro, y esgrimió el compromiso de APB de llevar a cabo un plan de vigilancia ambiental exhaustivo, que se podrá seguir en todo momento vía internet.
Águeda Reynés reconoció sentirse preocupada, "quizás más que usted", espetó a Vicenç Tur, por el desarrollo de este proyecto necesario para el puerto pero que ha generado dudas y el rechazo social por la solución que contempla para los fangos.
La alcaldesa afirmó haberse dirigido el pasado febrero a APB para reclamar más información y que el pasado día 4 el organismo contestó al Ayuntamiento y garantizó que el seguimiento de todo el proceso será estricto en cuanto a las garantías del proceso. Reynés respondió así a la pregunta sobre la existencia de las suficientes garantías ambientales para el proyecto, que formuló el PP, pero no tomó una postura ante el pleno respecto a la petición de paralizar el proyecto.
Lo que sí manifestó la alcaldesa es que piensa escuchar a todos los colectivos que quieren opinar al respecto, y se refirió en concreto a la organización ecologista GOB, con cuyos representantes Reynés tiene previsto reunirse esta misma semana.