Uno de los tópicos más repetidos se refiere a las enormes posibilidades del puerto de Maó. Los ingleses ya se dieron cuenta de ello hace 300 años. Y una de las realidades más constatadas es que se dan escasos pasos para aprovechar las oportunidades del patrimonio que llena la dársena de belleza e historia.
La asociación Port Sostenible, que agrupa a una decena de personas preocupadas por el tema, ha buscado en el exterior ejemplos de como se valoriza el patrimonio histórico para insuflar vida a la economía y conservar los edificios y el paisaje que representan. Todas las propuestas se han leído en revistas de compañías aéreas. En Salamanca te puedes alojar en el Fuerte de la Concepción, un BIC del siglo XVII. El único Relais Chateaux de Barcelona está en un palacio medieval del siglo XII. En Girona se encuentran las Cabañas en los árboles, sin agua ni luz, pero con linternas y se sirve el desayuno en una cesta que se iza con una cuerda y en una "masia" cercana están la piscina y los servicios. En Capadocia te puedes hospedar en un monasterio bizantino del año 1.000. En Cardiff (Gales) se duerme en un faro de 1820, y desde sus cuatro habitaciones se admiran increíbles amaneceres. En Rotterdam encuentras un gran crucero-hotel, anclado en el puerto.
Eva Amada Clar y Guillem Carreras, de Port Sostenible, afirman que el puerto de Maó puede desarrollar sus grandes posibilidades si se fomenta la colaboración entre la administración y las empresas privadas. Lamentan, por ejemplo, que la Escola de la Mar o los astilleros se ubiquen en el interior y no en el puerto.
Para abrir el debate proponen un balneario en el Llatzaret; astilleros en la Illa Pinto; el acceso al Jardí des General, por el túnel desde el gobierno militar.