"Fumar no lleva a nada bueno", afirma rotundo Álex Panisello. Él es uno de los cerca de 150 alumnos del IES Joan Ramis i Ramis que participan en el concurso 'Clase sin humo', un certamen de prevención del tabaquismo dirigido a escolares de primero y segundo de ESO enmarcado dentro de la Red Europea de Jóvenes Sin Tabaco.
Su madura respuesta no oculta las preocupantes estadísticas sobre el consumo de tabaco entre los más jóvenes en España. Y es que aunque el número de personas fumadoras tiende en general a la baja, en cuarto de ESO (niños de 15 y 16 años) el 20 por ciento del alumnado fuma de forma regular, según la Encuesta Nacional de Salud.
'Clase sin humo' pretende atajar precisamente esta tendencia en edades tempranas y se basa en el compromiso colectivo de toda una clase y un docente de mantenerse sin fumar durante seis meses seguidos a lo largo del curso escolar, como ejercicio de grupo. Es una forma de adquirir responsabilidades y compromisos porque es a estas edades donde según los estudios científicos los jóvenes tiene mayor riesgo de decir "sí" al tabaco.
En esta edición del concurso participan seis aulas del 'Joan Ramis' (cinco de primero y una de segundo) y es la primera vez que Balears se suma al certamen con el compromiso de 22 centros escolares. Este trabajo cuenta además con la colaboración del IES Cap de Llevant, que es el espejo en el que los alumnos del 'Ramis i Ramis' se miran para comparar su comportamiento con quienes no han firmado ningún tipo de compromiso de prevención del tabaquismo.
Precisamente, el salón de plenos del Consell acogió ayer un acto de reconocimiento a los 150 alumnos de primero de ESO del IES Ramis i Ramis que han participado en este desafío personal y colectivo. Los estudiantes, con la directora del centro, Margarita Seguí, a la cabeza -acompañada de otros docentes- fueron recibidos en el salón de plenos por la consellera insular de Bienestar Social, Aurora Herráiz.
"El compromiso que habéis firmado y puesto en conocimiento de vuestras familias es una muestra de trabajo colaborativo, de responsabilidad individual y colectiva, y también de confianza mutua que os van a ser muy útiles no solamente para crecer más sanos, sino también como personas solidarias y comprometidas", comentó en un pequeño discurso.
La consellera incidió además en el hecho de que los alumnos del 'Ramis i Ramis' participan en el concurso junto con 19 países europeos y resaltó al médico de familia Andreu Estela, coordinador del proyecto ITACA en Menorca de prevención de las adicciones del tabaco y quien invitó a este centro educativo a participar en el concurso 'Clase sin humo'. "Afrontar las presiones que inducen a consumir tabaco os ayudará a desarrollar habilidades sociales, contar con información crítica y con un entorno próximo favorable, y participar en iniciativas como esta", remarcó Herráiz.
Tanto el joven Álex Panisello, como su compañera Ada Pallicer explicaron ayer cómo a través de distintas actividades lectivas y la implicación de sus propias familia han interiorizado los daños y consecuencias del tabaquismo. Relataron que incluso durante las clases de matemáticas se han abordado encuestas sobre consumo de tabaco y en otras materias también se han diseñado eslóganes y concursos para luchar contra esta adicción. "Hemos aprendido que podemos llevar hábitos saludables y una vida más sana", resumieron.
Solo uno de los alumnos asistentes al acto del Consell admitió ayer públicamente haber fumado, al menos una vez. Este programa seguramente le habrá servido para en un momento clave de su vida, conocer los pros y los contras del tabaco y, así con toda la información en la mano, poder tomar una decisión "consciente y libre" sobre esta adicción tal y como apuntó hace unos días el doctor Andreu Estala en un artículo publicado en el 'Menorca' sobre esta cuestión.
Por su parte, la directora del centro, Margarita Seguí, explicó ayer que el programa 'Clase sin humo' se inserta en un programa de prevención de tabaquismo que este curso escolar llega a su cuarta edición en este centro. De hecho, los alumnos que este año hacen cuarto de ESO son la generación que ha participado en el programa cada curso escolar desde primero.
"Esta actividad no será fácilmente cuantificable, no al menos en términos económicos. No promoverá emprendedores. No facilitara el éxito escolar porque no se evalúan No sabremos si los jóvenes que han participado ganarán muchos dinero o poco cuando crezcan. El programa no trabaja valores económicos, sino valores vitales y éticos, como la autoestima y el compromiso colectivo", resaltó.
En opinión de Seguí, los efectos del programa no serán inmediatos, pero se mostró convencida de que a medio y largo plazo encontraremos en Menorca jóvenes más satisfechos con ellos mimos, más felices y con más salud mental y física. "La inversión hecha en tiempo y esfuerzo habrá valido la pena", concluyó.