Dos semanas atrás, el Ayuntamiento de Ciutadella aprobó de manera definitiva la ordenanza que regula la rotulación de los comercios de la ciudad. Lo hacía cinco años después de haber iniciado la tramitación de esta norma, y a pesar de la tardanza, o seguramente debido a ella, el equipo de gobierno ha decidido que las directrices recogidas en la normativa no se aplicarán hasta que se disponga de un nuevo texto.
"La ordenanza tiene muchas carencias, y para evitar confusiones y no provocar gastos a los comerciantes que quizás con el nuevo texto después resultarían inútiles, esperaremos a tener el nuevo texto antes de tomar cualquier decisión", apunta la concejal de Gobernación, Juana María Pons. La redacción de un nuevo texto ya está en marcha. Actualmente, la Comisión Municipal de Patrimonio está analizando el primer borrador de la misma, y está previsto también establecer reuniones entre los diferentes partidos políticos para intentar consensuar una normativa.
De este modo, mientras este proceso de redacción no haya culminado con la aprobación, los comercios que incumplen la actual ordenanza no deberán realizar cambios en sus rótulos. De hecho, el área de Gobernación lleva meses realizando un análisis exhaustivo de todos los rótulos comerciales de Ciutadella. Un primer diagnóstico sacó a la luz que nueve de cada diez rótulos ubicados en el centro urbano no encajan en la actual normativa. Se incumplen aspectos como el color, los materiales, las medidas, la tipología de letras o el lugar donde deben estar ubicados los rótulos.
Es decir, si se pusiera en marcha el texto recientemente aprobado con toda su fuerza, nueve de cada diez comercios deberían reformar sus rótulos. Pero esto no sucederá, puesto que Juana María Pons calcula que aún queda medio año de revisión de la situación actual para cerrar la nueva normativa. Además, la concejal apunta que una vez aprobado el nuevo texto tampoco se exigirá de inmediato la adaptación de todos los rótulos a la nueva norma, sino que se dará un plazo aproximado de un año para que los comerciantes tengan tiempo de adaptar su rotulación a lo que marque la nueva norma.
A la vez, mientras se está preparando esta nueva ordenanza, se analiza si se concede una protección especial a rótulos de establecimientos con décadas de historia, o si la decisión actual de que los carteles no puedan colocarse en la parte superior de las puertas de los establecimientos es la mejor, o también se intenta establecer un marco común que evite diferencias como las que existen actualmente entre diferentes zonas de la ciudad.
La nueva ordenanza, además de los rótulos, debe regular también la presencia de toldos en los establecimientos comerciales, un tema que en su día generó un encendido debate político.