La población escolar de Menorca es un 23 por ciento más activa que la media nacional. El 66 por ciento de los alumnos menorquines de educación Primaria y Secundaria practica algún deporte más de tres horas a la semana en comparación con el resto del país que a apenas llega al 43 por ciento. Además, un 75 por ciento opta por el bocadillo diario en lugar de la bollería industrial.
Estos y otros relevantes datos sobre habitos deportivos y alimentarios de la población escolar menorquina fueron dados a conocer ayer por el conseller de Cooperación Local, Deportes y Vivienda, Juanjo Pons, acompañado por delegado de la Consellería de Educación del Govern, Julián Hernández, y el técnico de deportes, Josep Juaneada.
Los datos son el resultado de la encuesta realizada el pasado curso escolar en 25 centros educativos repartidos por toda la Isla entre alumnos de Primaria y Secundaria. Un total de 5.406 estudiantes de una población escolar total de 8.452 alumnos han participado en este estudio, un 63 por ciento, lo que refleja en opinión del conseller su "alta fiabilidad".
"Nos da una información valiosa para tomar medidas. Se abre un mundo de posibilidades para trabajar y para introducir mejoras por parte de la Administración, municipios y entidades que quieran utilizarlo", indicó Juanjo Pons, quien resaltó que el estudio pone de manifiesto que Menorca "es la Isla del deporte".
La encuesta se hizo en colaboración con los profesores de los centros participantes y a un coste "cero" según el conseller. Los alumnos tenían que responder a siete preguntas sobre sus hábitos dentro y fuera del colegio. El delegado de la Consellería de Educación, Julián Hernández, agradeció la colaboración prestada por los docentes, y destacó como dato más relevante y estrategia a imitar el hecho de que la mayoría de los alumnos de Sant Lluís acudan a pie a la escuela gracias a la aplicación de un sistema que implica además de a la Policía Local y a un grupo de jubilados comprometidos con la seguridad vial de los más jóvenes.
También destacó que aproximadamente cerca de 200 escolares de la Isla residentes en zonas diseminadas como urbanizaciones y zonas turísticas se ven obligados a utilizar el transporte escolar en sus desplazamientos diarios.