Diez años. Ésa es la vigencia del actual redactado del Pla Territorial Insular (PTI), que no del propio instrumento de ordenación que, como norma reglamentaria, tiene carácter indefinido. Una vez transcurrido este tiempo, el Consell tiene la obligación de revisarlo para adecuarlo a la realidad socioeconómica y territorial de Menorca. Este año se cumple el plazo y parece evidente que la modificación del PTI no llegará a tiempo. Tampoco la aprobación de la Norma Territorial Transitoria (NTT) que tenía que dar una respuesta rápida a las peticiones de determinados sectores económicos.
"Va para largo". Con esta frase se resume el desencanto generalizado de los empresarios de la construcción y actividades auxiliares, uno de los sectores profesionales que más esperanzas había depositado en este trámite administrativo y en los efectos económicos positivos que de su aplicación se podrían derivar. La pronunció ayer Francisco Cardona, representante en Menorca de la Asociación de Constructores de Balears, para quien "es evidente que la solución llegará tarde". "No sabemos nada de los cambios, no hemos visto ni un borrador, nadie ha visto nada. ¿Quién puede creer que se aprobará este año?", se lamentaba.
A estas alturas, y después de que el Parlament acordara hace apenas unas semanas con los votos a favor del Partido Popular eliminar el condicionante temporal que obligaba al Consell a redactar la NTT antes del mes de julio, las esperanzas de los constructores de contar este año con nuevas reglas de ordenación territorial se han acabado diluyendo. "En estos momentos no sabemos ni cómo lo quieren hacer ni cuando lo harán", denunció Nicolás Bosch, presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción y Promotores de PIME. Para María García, secretaria de la patronal, dos conceptos resumen la importancia de contar con las nuevas reglas urbanísticas: "confianza y seguridad jurídica".
"se les ha ido de las manos"
Es una opinión compartida que este trámite administrativo "se les ha ido de las manos". "En un principio desde el Consell se planteó la norma territorial como un paso previo a la revisión del PTI para agilizar algunos proyectos, pero ahora tenemos la impresión de que se está haciendo un trabajo en profundidad", señaló al respecto Cardona que dejó entrever que, de este modo, se alejan del planteamiento inicial.
Empresarios y administración coinciden, eso sí, en el qué. Según defienden unos y otros, no se trata de permitir "crecimientos urbanísticos desmedidos ni grandes infraestructuras". "Para nosotros lo más urgente es que se dé salida a obras de pequeña envergadura en suelo rústico; en la mayoría de los casos se trata de reformas. No puede ser que promotores particulares tengan que esperar ocho meses para arreglar un tejado", indicó a modo de ejemplo Bosch.
Lo peor, en su opinión, es que estas inversiones, aunque modestas, acaben en otros destinos. "Nos hemos encontrado con varios casos de propietarios interesados en invertir aquí que han optado por irse fuera", añadió. Circunstancias que "agravan" la ya de por sí delicada situación que vive el sector de la construcción.
"La gente está nerviosa"
"La gente está muy nerviosa porque los resultados no se ven", comentó ayer Josep Fortuny, gerente de CAEB en Menorca. En su opinión, con la solución intermedia que, inicialmente, tenía que llegar con la NTT se podrían contrarrestar los números rojos de algunos negocios y hogares. "Se trata de impulsar pequeños proyectos que podrían dar trabajo a empresas y a gente de aquí", resumió.
El número de desempleados es, de hecho, para los empresarios de la construcción un claro indicador de la gravedad de la situación. "Se llenan la boca de que el paro baja estos meses pero ¿en qué sectores? Evidentemente en el turístico porque en el de la construcción sube cada mes", se lamentó Francisco Cardona. Y es que el drástico descenso de la actividad en este sector –de 2006 a 2012 el volumen de inversión bajó de 176 a 16 millones de euros- se ha llevado por delante a muchas pequeñas y medianas empresas locales y ha obligado a hacer importantes reducciones de plantilla. "Así es difícil subsistir", concluyó.
Todo ello está derivando en una caída de la confianza de los empresarios en la clase política. "El otro día nos reunimos con el presidente Santiago Tadeo y el conseller de Economía de Balears, Joaquín García, y nos hablaron de las facilidades para generar economía pero, visto lo visto, ya no les creemos", advirtió Nicolás Bosch quien, por otra parte, recordó que la única administración que había dado respuesta al escrito remitido a finales del año pasado por PIME para reclamar una mayor celeridad en la tramitación de licencias municipales y, a la vez, en la aprobación de la NTT fue el Ayuntamiento de Sant Lluís. "No contestar es una falta de consideración", opinó.