La muerte del joven montañero menorquín Jordi V. P., de 28 años, al despeñarse desde 30 metros de altura en el pico Vallibierna de Benasque (Huesca) ha causado gran consternación en Maó. Jordi es el hijo de un conocido empresario y pertenece a una familia muy apreciada y querida en esta localidad. Sus padres y su hermana ya se han trasladado a la Península para hacerse cargo de los restos mortales del joven menorquín, quien residía habitualmente en Barcelona.
Jordi, al igual que su compañero de cordada herido, A. B. R., de 21 años y natural de Barcelona, eran montañeros experimentados, según reconocen los agentes del Grupo de la Guardia Civil de Montaña que participaron en las labores de rescate, ya que la vía que eligieron escalar está catalogada como difícil.
El accidente tuvo lugar el martes, pero la voz de alarma no se dio hasta el miércoles por la mañana y lo hizo una pareja que coincidió el lunes con los escaladores en el refugio de Vallibierna -una pequeña caseta de pescadores con literas y una radio de emergencia-. Según relata un portavoz de la Guardia Civil al "Menorca", versión también publicada por Ana Ipas en el periódico "Heraldo" de Huesca, los cuatro acordaron que volverían a juntarse la noche siguiente en el mismo refugio. De hecho, Jordi y su compañero dejaron en ese lugar material pesado y ropa de abrigo para no ir cargados en la escalada. Sin embargo, ambos no regresaron de la ruta que habían previsto, atacar Vallibierna por su cara sur.
Cambiaron de ruta
Según relató al "Heraldo", el jefe de las unidades de montaña de la Guardia Civil, Antonio Usieto, los otros dos montañeros les dieron un margen por si las tormentas que afectaban la zona habían retrasado su ruta. Al ver a primera hora del miércoles que no regresaban, avisaron al 112 a través de la emisora de radio del refugio. Al poco tiempo, se presentó en este lugar la Guardia Civil de Montaña de Benasque, también se movilizó el helicóptero con base en esta localidad oscense y un médico del 061.
Los agentes se entrevistaron con la pareja que dio la voz de alarma para conocer la ruta por la que pretendían ascender el pico. Desde el refugio a la base de la ascensión hay dos horas de trayecto. Cuando los guardias civiles se disponían a iniciar la búsqueda y a penas 25 metros del refugio, localizaron al montañero herido. El joven presentaba traumatismo craneoencefálico en la zona occipital y deambuló durante 24 horas en busca del refugio. Estaba consciente, pero aturdido.
Según informaron al "Menorca" fuentes de la Guardia Civil, el montañero explicó que habían tenido un accidente el martes a las 10.30 horas. Relató que partieron del refugio a primera hora de la mañana, a las 4.30 horas, y en lugar de abordar la cara sur como tenían previsto en un principio y comentado en el refugio, eligieron sobre la marcha abordar la cara norte, igual de difícil que la otra.
Descenso mortal
Sin embargo, al poco de empezar, las malas condiciones meteorológicas de la zona con tormentas y lluvia les hizo desistir. Según informó la Subdelegación del Gobierno en Huesca, cuando se encontraban descendiendo en rapel, debido al mal tiempo, desde una reunión formada por dos clavijas instaladas por los escaladores en la pared de la montaña, estas se desprendieron, lo que provocó la caída al vacío hasta la base de la pared desde unos 30 metros el fallecido, que fue encontrado anclado a la reunión y unos diez metros el montañero herido.
El joven de Barcelona relató que no pudo encontrar a su compañero de cordada, en cambio sí indicó a la Guardia Civil la zona donde tuvo lugar el accidente. Poco después el helicóptero encontró el cuerpo de Jordi ya sin vida en el borde de un nevero. El cadáver fue trasladado al depósito de Benasque. Su compañero de cordada fue evacuado al Hospital de San Jorge en Huesca, donde fue dado de alta ayer.