¿Cómo fue el concierto de Madrid del lunes de la semana pasada?
Fue inolvidable. Un encuentro muy potente con el público de Madrid en el que se generó una conexión recíproca en la que se mezclaron canciones en portugués y en español. Hacia cuatro años que no había estado y se creo un clima muy especial, muy cariñoso. Además, el Teatro Circo Price me encantó. Me parece que todavía lo estoy viviendo….
¿Qué tal se siente cantando en español?
Muy bien. Los sentimientos surgen del mismo modo cuando uno se identifica con el poema, aunque sea en otra lengua. Tampoco pensé en hacer un concierto totalmente en castellano porque al final, se mezclan temas en portugués inéditos con otros ya escuchados. Este nuevo trabajo de "Puertos de Abrigo" que presento pero que no está acabado porque viene madurándose desde hace dos años, está grabado casi en su integridad en español y ahora ya tengo casi tres horas cantando. Los músicos que están sonando conmigo en este trabajo también me están inspirando mucho.
¿Era el reto que le faltaba después de estos 25 años en los escenarios?
Siempre hago las cosas al revés, como ya sabéis. No lo vivo como un reto. El publico siempre me transmite mucha confianza porque cuando hice "El corazón tiene tres puertas", hice el mismo el proceso. Soy una persona que me dejo guiar mucho por mis instintos y lo que siento en cada momento. Lo importante es crear cosas, no estancarse por el mero hecho que la situación presente nos parezca confortable. Claro que se corren riesgos pero la vida es un riesgo toda ella y hay que vivirla, disfrutar del momento porque luego te mueres y no hay tiempo para volver atrás.
¿Con qué momentos se quedaría de su carrera?
Es muy difícil de elegir alguno en concreto. Siempre seguimos siendo la misma persona pero ahora llevo 22 años en cada pierna, así que hay cambios, hay prioridades inevitables a la hora de afrontar las cosas. Prioridades que luego te influyen en el trabajo creativo.
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