El economista Rafael Suñol Trepat, miembro fundador del Cercle per al Coneixement y experto en alta dirección de empresas, es claro y escueto en sus respuestas. ¿Hubiera imaginado alguna vez, en su larga trayectoria profesional, una crisis del sistema bancario como la que se vivió a partir de 2008? Nunca, responde tranquilo. Tampoco cambia el gesto para asegurar, momentos después, que el crecimiento europeo registrado en el segundo trimestre de este año es insuficiente y que considera que "no es verdad que estemos saliendo de la crisis, esto va a durar".
Suñol, veraneante durante más de cuarenta años en Menorca, primero en Fornells y ahora en Sant Lluís, habló ayer de la banca, donde ha transcurrido buena parte de su vida profesional, y lo hizo en una nueva tertulia 'a la fresca' organizada por el Ayuntamiento de Es Mercadal. Antes de dirigirse al Pla de l'Església, el economista opinó sobre algunos de los asuntos de la actualidad económica.
El Parlamento Europeo acaba de plantear la necesidad de obligar a los bancos a prestar dinero ¿cree que se conseguirá?
Los bancos son empresas privadas. Es cierto que deberían prestar dinero, pero ellos pueden decir que no tienen demanda solvente. Yo creo que no les van a obligar a prestarlo, entre otras cosas porque es imposible. El Gobierno español está pensando una fórmula, y es que si un banco deniega un préstamo explique por escrito por qué, pero no va a funcionar.
Sin embargo la banca está obteniendo dinero barato ¿no es así?
Sí, sí, los bancos se endeudan con el Banco Europeo al 1 por ciento, y en lugar de prestar a las empresas, pongamos por caso, compran deuda pública española al 4 por ciento.
¿Estamos en sus manos?
Si no se termina con este sistema de que puedan comprar deuda pública, que no tiene riesgo y tiene tres puntos de margen, ¿por qué se van a meter a prestar a una empresa que tiene riesgo?
Lo que tiene que hacer el Gobierno es no tener tanto déficit público y, por lo tanto, no recurrir al Banco de España.
¿De verdad no imaginó una crisis financiera de esta envergadura?
No, nunca, nunca.
¿No hubo ni una señal?
Hombre, había un síntoma muy claro, los tipos de interés estaban muy bajos. Los ahorradores reciben poco, a los inversores les cuesta poco invertir y el margen que hay es muy estrecho. Al ser así el margen financiero y los bancos necesitar ganar dinero y crecer, se inventaron cosas nuevas, los llamados productos estructurados, la famosa porquería que llegó de Estados Unidos, como las 'subprime'.
Pero los tipos continúan bajos...
Exactamente, continúan bajos, y los bancos tampoco ganan mucho dinero. Es verdad que ahora hay menos demanda de crédito y el ahorro prácticamente no se paga. Pero hace cinco años, nos dimos cuenta de que con estos tipos tan bajos los bancos tenían que hacer algo para ganar dinero. Se inventaron los estructurados y no cobraban por el margen financiero, sino que cobraban comisiones por hacer operaciones, como colocar empresas en bolsa. La estructura de la cuenta de resultados de los bancos ha ido cambiando sustancialmente, y a peor, y si los bancos pierden dinero, el sistema no puede funcionar.
¿Han sido, o son, los bancos los únicos malos de esta película?
No, yo creo que aquí hay muchos malos. Los gobiernos, que son los que regulan la actividad de los bancos, no han hecho uso de su poder de regulación. El Banco de España por ejemplo no lo ha hecho bien, para ser claro, o no lo ha hecho todo lo bien que hubiera podido. Los gobiernos han mirado hacia otro lado, diciendo "mientras esto vaya bien, pues no toques nada", y por eso la gente, en general, tiene esa sensación de que hay una connivencia entre los bancos y los gobiernos.
¿Por qué esa crisis financiera se convirtió en inmobiliaria?
Porque en España la compra de vivienda estaba desgravada, por lo tanto estaba incentivada, cosa que no pasa en otros países como Reino Unido. En segundo lugar, porque veníamos de una época muy dura y se necesitaba crear un parque de viviendas, y la gente ha considerado la vivienda como una muestra de superación social y económica. Eso ha sido en España un símbolo de status, ir de alquiler, era otra cosa. Finalmente, los ayuntamientos han permitido construir casas en cualquier sitio. Ha habido una sobreinversión y, además, está el tema de las cajas, que han invertido entre un 40 y un 50 por ciento de lo que prestaban en inmobiliario, frente al 15 o 20 por ciento de los bancos. Es mucho más fácil hacer la operación en una caja local, independientemente de si esa persona puede pagar o no.
Y ante las ejecuciones hipotecarias y los desahucios ¿cree que se llegará a aplicar la dación en pago?
La dación en pago es solo una fórmula, no la única. Está la ley que tramita el Gobierno español y las recomendaciones del Parlamento Europeo, pero si me pregunta qué es lo que yo creo, dudo que se aplique sin más la dación en pago. Porque eso puede ser un colapso absolutamente impresionante, del mercado hipotecario e incluso de los bancos. Le recuerdo que al BBVA, uno de los que no puede seguir aplicando la cláusula suelo por sentencia del Tribunal Supremo, creo que solo eso ya le supone ingresar unos 300 millones de euros menos al año. En términos económicos la dación podría ser un desastre.
Alemania y Francia han comenzado a crecer ¿Europa ve ya la luz a final del túnel de la crisis?
Yo creo que los datos de crecimiento europeo son claramente insuficientes, que no es verdad que estemos saliendo de la crisis, estamos en una tendencia de poco crecimiento en general y esto va a durar. Otras economías crecen porque están en otro entorno, pero Europa está mal, esto no tiene buena pinta, está siendo una crisis larga y profunda.