El gerente del Hospital Mateu Orfila, Manuel Yebra, ha reorganizado las unidades médicas del servicio de atención especializada, en el ámbito de la Medicina Interna, para agrupar Oncología y Cuidados Paliativos bajo una misma coordinación. Con esta decisión se pretende mejorar la asistencia sanitaria a los pacientes de ambos servicios facilitando el trabajo en equipo de dos unidades que, hasta la fecha, desarrollaban su labor de una forma independiente. El responsable de la nueva unidad es el doctor Javier Lacueva Guallar, médico de amplia experiencia al frente de Cuidados Paliativos.
Ambos servicios mantendrán sus respectivos equipos profesionales que, en el caso de Oncología, atenderá los enfermos con procesos tumorales, neoplásicos, mientras que Cuidados Paliativos tratará procesos oncológicos avanzados, pacientes con enfermedades crónicas avanzadas, así como enfermedades raras con pronóstico limitado de vida.
El nuevo coordinador de la Unidad de Oncología y Cuidados Paliativos se muestra muy satisfecho ante la nueva responsabilidad profesional en el seno del Hospital Mateu Orfila, al tiempo que ha avanzado sus prioridades y las líneas de trabajo que pretende desarrollar.
"Vamos a potenciar aspectos tan importantes como las sesiones clínicas en la propia unidad, la coordinación con el resto de servicios del hospital y Atención Primaria, sin olvidarnos de la necesaria e imprescindible relación con los especialistas del hospital de referencia Son Espases", ha comentado el Dr. Lacueva.
"Además, debemos aprovechar al máximo los recursos existentes, como los servicios sociales o el documento de voluntades anticipadas; así como tener muy presente aspectos como la limitación del esfuerzo terapéutico y el control del sufrimiento en todas sus manifestaciones: orgánico, emocional, necesidades espirituales, etc".
El coordinador también ha destacado la profesionalidad de todo el personal que se agrupará en la nueva unidad y cuya misión "es ofrecer la máxima ayuda a los pacientes con enfermedades de gran impacto con el fin de tratarlas y poder alcanzar la curación de las mismas. En los casos en que el proceso se muestre resistente a tratamientos –añade–, cabe acompañarles y garantizarles una vida digna, la máxima calidad posible, soporte y terapia adecuada para evitar y controlar el sufrimiento". Frente a diagnósticos de alto impacto para el paciente y sus familias "es importante ofrecer una atención integral, profesional a la vez que humana, y cuidar aspectos tan relevantes como el soporte emocional y la comunicación próxima con información frecuente y comprensible", asegura Lacueva.