Dudas. Y muchas. La cuarta jornada de la huelga indefinida de docentes estuvo marcada por la incertidumbre de padres y profesionales ante el devenir de la movilización. Muchos eran los que habían asimilado, por la información recibida a través de distintos cauces, entre ellos los propios centros, que el paro se centraría en los tres primeros días de la semana, y por ello una gran mayoría de los estudiantes de las distintas etapas regresaron ayer a aulas. Hubo excepciones, porque cada colegio o instituto, tiene su particularidad.
En general, ayer se recobró una parte significativa de la actividad lectiva en todos los niveles.
Muchos docentes eran ayer un mar, una marejada de dudas. La decisión de la asamblea de docentes del miércoles por la tarde de prolongar la huelga al menos hasta hoy no evitó que ayer se produjera un importante descenso del seguimiento de la huelga tanto en los colegios como en los institutos. Bajó al 42 por ciento según los sindicatos y al 16 según el Govern. Ayer mismo se produjeron nuevas deliberaciones al respecto en muchos centros, por lo que sindicatos y profesionales prevén que hoy pueda producirse un repunte. Maria Camps, delegada del STEI-i, reconocía que la de ayer había sido una jornada con muchos docentes indecisos, a la expectativa de los acontecimientos.
Los padres se presentaron en las escuelas con muchas dudas y se interesaron por la situación. No siempre recibieron respuestas definitivas, por la incertidumbre de los propios docentes y por el hecho de que estos no estén obligados a informar de sus intenciones. Según comentan desde algunos centros, muchos padres se muestran comprensivos, otros no tanto. Lo que sí queda claro, es que mayoritariamente ayer llevaron a sus hijos al colegio, aunque alguno optó por marcharse al enterarse de que el maestro de su retoño seguía en huelga. El desgaste en algunas familias por la huelga es ya evidente.
Mientras, unos pocos centros públicos siguen ajenos a la huelga tras una primera jornada activa y otros mantienen un seguimiento muy elevado del paro, como es el caso de los dos colegios de Sant Lluís (90 por ciento en el 'antiguo'), el CP Pintor Torrent (la mitad de la plantilla), el IES Cap de Llevant (69 por ciento) o el CP Mare de Déu del Toro de Ciutadella, donde ayer incluso aumentó el número de docentes en huelga, pasando de ocho a catorce, de veinte posibles.
En paralelo, algunos centros confían en que las APIMA tomen el relevo de la protesta para hacerla sostenible. De hecho, al menos en dos colegios de Maó, el CP Mare de Déu de Gràcia y el CP Sa Graduada, sus asociaciones han instado a los padres a que no lleven hoy sus hijos al colegio en señal de malestar con el Govern y de apoyo a los docentes. La respuesta que pueda haber a esta llamada es también incierta.
Precisamente en estos dos centros se realizaron ayer actos de protesta a la hora de la entrada convocados por estas APIMA, como una pitada o un mosaico. En estos colegios el seguimiento de la huelga se redujo ayer considerablemente, como sucedió en otros como el CP Castell de Santa Àgueda de Ferreries. Lo que pueda suceder hoy es, de nuevo, un mar de dudas.