Las estadísticas dicen que una de cada mil personas en el mundo es sorda. Por lo que toca a Menorca, se calcula que hay 90 ciudadanos que sufren esa discapacidad. Pero tan solo 40 de ellos forman parte de la Associació de Persones Sordes de Menorca (ASSORME), entidad que acaba de cumplir 15 años de historia. Y que mejor forma de celebrarlo que haciéndose escuchar ante la sociedad insular, por lo que para este fin de semana han preparado diferentes actividades.
Olga López es intérprete del lenguaje de signos y trabaja en la sede de la entidad en Alaior. En su caso se trata de una lengua materna, ya que se vio forzada a aprenderla porque sus padres eran sordos. Ahora se dedica a ello profesionalmente, y lucha cada día para que esta comunidad pueda mejorar su calidad de vida.
Reconoce que en los últimos años se han visto favorecidos por la evolución tecnológica. Aparatos tan simples como un «smartphone» les ha dado la vida en muchos sentidos, pero no obstante queda mucho camino por recorrer. «El acceso a la información siempre ha sido un problema», reconoce López, quien explica que uno de los handicaps más preocupantes tiene que ver con la dificultad para formarse en el ámbito educativo. Y es que la cruda realidad nos muestra que el índice de inserción laboral de este colectivo es muy bajo y en puestos de poca competencia. Por otra parte, el acceso al deporte y a la oferta de ocio, deja mucho que desear.
Por eso y muchas otras cosas más luchan a diario desde ASSORME, con diversos servicios de apoyo a las personas sordas y sus familias. Y como ejemplo de superación, y «excepción a celebrar», según relata López, nos encontramos el caso de dos personas sordas de Alaior que están cursando las carreras univeristarias de Arquitectura y Pedagogía en Barcelona.