Con gritos de «No volem rotondes» y una sonora pitada recibieron a las autoridades a su llegada al Teatre Principal de Maó, especialmente dirigidos al conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Company, al conseller de Movilidad, Luis Alejandre, y al presidente del Consell, Santiago Tadeo.
Alrededor de 50 personas del colectivo contra el proyecto de mejora de la carretera general se manifestaron en la puerta del teatro para mostrar su desacuerdo con actuaciones que consideran contrarias al espíritu de la Reserva.
Tadeo se acercó a los miembros de la plataforma e intentó calmar los ánimos. «Están todos los informes públicos disponibles» y «estamos dispuestos a minimizar el impacto paisajístico», les aseguró.
«No he venido a discutir y menos en un día como hoy», añadió, «pero creía que era mi obligación pararme». Una actitud que el colectivo agradeció pero que no le libró de otra pitada de despedida.