La medida del Ayuntamiento de Ciutadella de apagar una de cada cuatro farolas para poder ahorrar entre 60.000 y 70.000 euros anuales ya ha suscitado las primeras quejas de los comerciantes.
La asociación de Comerciantes del Camí de Maó de Ciutadella ha puesto el grito al cielo después de apreciar que el Ayuntamiento ha apagado la iluminación de la parte más comercial de la calle. Creen que elConsistorio ha decidido prescindir de la luz de este tramo «al considerar que los escaparates de los comercios ya proporcionan luz a la calle», mientras que el margen izquierdo del Camí de Maó (en dirección a la plaza de Ses Palmeres) sí que están todas las farolas encendidas.
Una medida que hasta ayer se estaba aplicando en esta calle aseguran los comerciantes, aunque anoche sí que se podían ver la mayoría de las farolas del Camí de Maó encendidas, a la vez que se trasladó la falta de luz a otras calles comerciales de Ciutadella.
Sea como sea, los comerciantes aseguran que se trata de una medida que «no ayuda para nada al sector», ya que una calle a oscuras «no invita a pasear, ni incentiva que la gente vaya de compras», lo que puede hacer menguar las ventas, sobre todo en un periodo prenavideño. «En muchas ciudades ya empiezan a encender las luces de Navidad y aquí nos apagan las farolas», se lamenta la presidenta de la asociación de comerciantes del Camí de Maó, Antònia Cavaller.
Por todo ello, la asociación comercial pide al Ayuntamiento de Ciutadella que al menos tenga iluminada la calle durante la tarde y las primeras horas de la noche, concretamente entre las 18 y las 23 horas.
Los comerciantes del Camí de Maó como protesta han decidido esta semana apagar las luces de sus escaparates una vez cierren los establecimientos, para demostrar que sin la luz de los comercios «la calle queda completamente a oscuras».