Unas cuarenta personas han irrumpido este martes en la oficina del Banco Santander de la calle de Ses Moreres de Maó, convocados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) para reclamar a la entidad bancaria que acceda a renegociar "las hipotecas basuras" que concedió su filial, la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) a decenas de familias menorquinas, de las cuales 13 se han puesto en contacto con la PAH. Además, la Plataforma pide al Santander que condone la deuda que mantienen con el banco cuatro familias, pese a haber sido ya desahuciadas de sus casas.
La protesta se ha convocado a las 12 horas del mediodía frente a la oficina "más visible" del Grupo Santander, para denunciar las prácticas «abusivas» de la UCI, al conceder préstamos de alto riesgo, «inviables para las mayorías de entidades», y con unas condiciones muy perjudiciales. Los activistas entraron en el interior de la oficina donde han permanecido hasta las 13 horas. En el interior, y ante el director de la sucursal los manifestantes han leído sus reivindicaciones.
La PAH exige que haya «interlocutores válidos» para tomar decisiones que puedan solucionar el problema generado a las familias menorquinas este tipo de productos. Unas soluciones, que para la Plataforma pasan por las daciones en pago con extinción total de la deuda, con quitas que puedan garantizar el pago de parte del préstamo, condonaciones de la deuda u ofrecer la posibilidad de un alquiler social por un periodo mínimo de cinco años.